Mario Ancic, el jugador secundario de Croacia, ensombrecido por el prolongado pero reciente impulso asumido por Ivan Ljubicic, arrebató a su compatriota el papel de héroe y llevó a su país a la conquista de la Copa Davis, la primera en la historia de este joven territorio, tras ganar a Michal Mertinak, el recurso de última hora empleado por Eslovaquia y sustituto del veterano Karol Kucera, por 7-6 (1), 6-3 y 6-4.
Miloslav Mecir y su grupo han pagado la falta de consistencia de un cuarteto excesivamente sostenido por Dominik Hrbaty dada la ausencia de su número dos Karol Beck.