Jermain Taylor derrotó a Bernard Hopkins.
Jermaine Taylor volvió a vencer a Bernard Hopkins por decisión, la noche del sábado, para conservar sus títulos de los medianos, en un combate que fue asombrosamente semejante al primero que sostuvieron ambos púgiles en julio. Taylor ganó aquella pelea por fallo dividido, y se llevó la revancha por decisión unánime. Sin embargo, el combate estuvo tan apretado que los tres jueces le dieron el triunfo a Taylor apenas por 115-113. La anotación de The Associated Press dio la ventaja a Taylor por 115-114. Como en la primera pelea, Hopkins comenzó lento y trató de sumar puntos a medida que avanzaban los asaltos. Empezó a presionar a Taylor en los episodios posteriores y, cuando la pelea concluyó, elevó sus brazos en señal de triunfo, creyendo que había hecho lo suficiente para ganar. Los jueces opinaron lo contrario, y dieron el fallo a Taylor, quien se mantuvo invicto en 25 peleas durante una carrera profesional que comenzó después de ganar la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos del 2000.
Tengo todavía mucho que aprender, pero gané, dijo Taylor. Él es un boxeador astuto y es difícil golpearlo. Uno tiene que redoblar el esfuerzo sólo para golpearlo. Hopkins, quien se había quejado de que los jueces le robaron la primera contienda, opinó que también se impuso en la revancha. Me fortalecí mientras avanzó la pelea. Creo que hice lo suficiente para ganar, declaró. Taylor había prometido que no perseguiría a Hopkins por el cuadrilátero en los primeros asaltos como lo hizo en la pelea anterior, cuando se mostró fatigado hacia el final y tuvo que rescatar el triunfo con las uñas. Cumplió su palabra, para desánimo de los espectadores en el hotel y casino Mandalay Bay, quienes abuchearon la falta de acción en los primeros asaltos. La pelea no comenzó a calentarse sino hasta el cuarto asalto, e incluso entonces los contendientes se concentraron más en sujetarse que en propinar golpes.
Hopkins tenía una excusa para su comienzo aletargado, está a un mes de cumplir 41 años. Sin embargo, mientras la pelea avanzó, su esquina comenzó a instarlo para que se acercara más a Taylor y buscara el intercambio de golpes. Cuando Hopkins se aproximó a su rival, peleó mejor, pero ninguno logró asestar combinaciones sólidas. Ninguno pareció lastimado en la pelea, ni estuvo en riesgo de caer.