El Liverpool del español Rafa Benítez, vigente subcampeón de Europa, ha complicado su clasificación para los octavos de final después de perder ante el Besiktas en Estambul (2-1), en un partido que dominó pero que no supo resolver a la hora de marcar.

El equipo inglés tiene muy difícil clasificarse para los octavos de final, ya que, con la derrota de hoy, unida a la de la segunda jornada en casa ante el Olympique de Marsella, es último del Grupo A, que lideran los franceses con siete puntos, seguidos del Oporto, con cinco, y del Besiktas, con tres.

Feliciano López, Albert Montañés y Oscar Hernández, hasta ahora los únicos supervivientes españoles, se despidieron del torneo de Basilea tras perder contra el checo Tomas Berdych, el chipriota Marcos Baghdatis y el estadounidense James Blake, igual que el argentino David Nalbandián, reciente ganador del Masters Series Madrid, cuya derrota privará a los aficionados helvéticos de un reencuentro con el número uno del mundo Roger Federer.

El delantero paraguayo Oscar Cardozo anotó el gol de la victoria del Benfica, que entrena el español José Antonio Camacho, en un importante partido del Grupo D de la Liga de Campeones frente al Celtic.

Cardozo se lució al recibir en el minuto 86 un pase milimétrico de Di María y remató con gran fuerza con el pie izquierdo ante Boruc, que ya antes le había negado otras oportunidades de gol.

El Werder Bremen derrotó por 2-1 al Lazio en un partido en el que al final sufrió más de la cuenta tras haber controlado claramente las acciones durante la mayor parte del compromiso.

El Bremen le impuso desde el comienzo su ritmo al partido, controló la pelota y tuvo las mejores ocasiones de gol.

Las más claras al comienzo fueron un cabezazo de Naldo, tras un lanzamiento de falta de Diego, y un remate del propio Diego dentro del área tras recibir un pase de Tim Borowski.

El internacional brasileño Robinho, centro de la polémica durante las últimas jornadas, fue la gran estrella en la victoria del Real Madrid en el partido de la Liga de Campeones en el que los hombres de Bernd Schuster vencieron (4-2) al Olympiacos griego, con lo que lideran en solitario el grupo C de este torneo.

El argentino Lucho González logró de penalti el gol del empate del Oporto en Marsella (1-1) en un partido en el que los portugueses merecieron mejor suerte y que deja a ambos equipos al frente del grupo A de la Liga de Campeones.

El tanto del argentino neutralizó el logrado diez minutos antes por el senegalés Niang en una de las pocas llegadas francesas al área rival.

El Marsella se mantiene en el liderato del grupo con siete puntos, mientras que el Oporto es segundo con cinco.

La pegada, con cuatro goles nacidos en otros tantos saques de esquina, y la buena actuación del meta Kalac en momentos de zozobra de su equipo, dieron al Milán un amplio triunfo casero ante el Shakhtar Donetsk (4-1), que relanza las opciones milanistas y aleja del liderato a los ucranianos.

El Shakhtar se dejó el liderato del grupo esta noche en un partido loco y donde no mereció tan abultado castigo. Pero pagó su poca atención a balón parado y sus despistes defensivos, algo esto último donde el Milán le fue a la par y que ahora, a igualdad de puntos, es el líder.

El Rosenborg ganó hoy en Trondheim con autoridad al Valencia por 2-0 en un encuentro en el que el equipo noruego no dio opción a un rival, que apenas entró en el partido y que ve comprometida su clasificación tras su segunda derrota consecutiva en la Liga de Campeones.

El Valencia fue un equipo frío, que apenas supo crear peligro ante la meta local y que nunca encontró la forma de adueñarse del partido ante un rival sin excesiva calidad, pero que jugó con mucha intensidad, creyó en sus posibilidades y buscó la victoria más y mejor que su rival.

Sin hacer mucho ruido, el Chelsea puso una nueva piedra en el camino que ha de sacarle de la depresión 'pos Mourinho' tras ganar con solidez al Schalke 04 (2-0) y colocarse en una situación inmejorable en su grupo de clasificación de la 'Champions'.

La hinchada 'blue' llenó las gradas de Stamford Bridge, en contraste con la pobre pinta que lucía el estadio del Chelsea el día del empate contra el Rosenborg, en lo que fue el principio del fin para José Mourinho.