El golazo del temible Jimmy Delgado, cuando la moría la tarde con negros nubarrones en el 26 de enero, le dio la primera sonrisa al Aucas, que luchó sin descanso, con argumentos para ganar los primeros tres puntos en un campeonato, del que no tenemos dudas, será tremendo, disputado y difícil.
Desde el primer segundo Aucas mostró un fútbol solidario, mandón, solvente, rápido que dejó sin reacción ni piernas al desconcertado rival, que no podía descifrar la dinámica y prestancia de jugadores que exhibían técnica y organización.