Este domingo el suizo Stanislas Wawrinka hizo historia en París al ganar por primera vez el abierto francés de tenis, más conocido como el Roland Garros. Y lo hizo ante el actual e indiscutido número uno del mundo, Novak Djokovic, que jugó por tercera vez una final parisina con el mismo resultado, una derrota.
El partido duró tres horas y doce minutos, y el suizo se alzó con el trofeo con parciales de 4-6, 6-4, 6-3, 6-4. En el cuarto set tuvo que levantar un 0-3 en contra ante un Djokovic que vendió cara su derrota pero que fue superado, sin duda, por un Wawrinka que jugó un tenis de altísimo nivel.
Curiosamente se produjeron singulares coincidencias con un grande del tenis sudamericano, el ecuatoriano Andrés Gómez. El último jugador de 30 o más años en levantar el máximo trofeo parisino había sido el ecuatoriano hace 25 años, cuando venció a Agassi en 1990. Hoy, Wawrinka, también con 30 años cumplidos, jugó y ganó su primera final; al igual que Gómez en ese año, y también lo logró en su undécima participación en el torneo.
Por su parte Novak se lleva una amarga derrota. En los últimos diez años el torneo de París solo tuvo dos ganadores, el enorme Rafael Nadal en nueve ocasiones y el inigualable Roger Federer en el 2009. Justamente las dos finales anteriores del serbio las había perdido frente a Nadal, en 2012 y 2014. En este torneo el serbio dejó en el camino a quien había sido su némesis, Rafael Nadal, y llegó como el favorito indiscutido para llevarse el trofeo.
No contó con un Wawrinka inspirado que lo dejó a la vera del camino y sin el único trofeo de Grand Slam que le falta. Stan obtiene así su segundo título de Grand Slam, el primero lo consiguió en el Abierto de Australia en 2014.
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