Dos goles de Wright-Phillips aclaran el camino del Chelsea hacia la final

Enviado por carlosefrain el Mié, 09/01/2008 - 07:33
El Chelsea venció al Everton (2-1), en el partido de ida de las semifinales de la "Carling Cup", gracias al doblete del internacional inglés Shaun Wright-Phillips, un buen partido de los de Avram Grant que lideraron en su comienzo con calidad y que se acabaron llevando al final por coraje.

El técnico israelí del Chelsea recuperó para el choque de la Copa de la Liga al defensa portugués Ricardo Carvalho y obtuvo la buena noticia de la recuperación a última hora del francés Florent Malouda.

Malouda, de hecho, comenzó la jugada del primer gol del Chelsea, al leer bien la posición de Wright-Phillips, suelto en el área de los 'Toffees'. Otro asunto fue la genialidad del internacional inglés, que tras un amago colocó el balón con la rosca precisa en el palo del meta estadounidense Tim Howard.

Con el nuevo seleccionador inglés, Fabio Capello, en la grada y con una actuación destacada, Wright-Phillips pasa, con casi toda seguridad, a formar parte del círculo de confianza del italiano para próximos los partidos de los "pross".

El Chelsea, a ratos eléctrico, pudo dejar encarrilada la eliminatoria en menos de sesenta segundos después de una cabalgada de cincuenta metros de Joe Cole, al mejor estilo de Michael Owen frente a Argentina, rodeado de tres defensas del Everton.

El extremo de los 'blues' sólo pudo ser parado por una falta de Jagielka al borde del área que pudo merecer la tarjeta roja y que el alemán Michael Ballack mandó fuera por centímetros en el libre directo posterior.

Wright-Phillips, el peruano Claudio Pizarro y el brasileño Juliano Belletti hacían olvidar en parte a John Terry, Frank Lampard y al marfileño Didier Drogba, instantes después, con una buena combinación.

El Chelsea ponía ley y orden en su propio estadio, se recuperaba de una nueva fuga de quilates en su juego -Drogba, Kalou y Essien se han ido a la Copa de África de Naciones- y la grada vibraba con su equipo en una noche de fútbol más que aceptable.

El equipo de Grant, vivo en todas las competiciones que empezó con el portugués José Mourinho, se quedó con 10 jugadores por una dura entrada del nigeriano John Obi Mikel sobre Phil Neville, un contratiempo más para Avram Grant, que se queda sin el nigeriano para los próximos tres partidos.

Sin embargo, el Chelsea dio aún más de sí en un alarde de buen empleo de los recursos con diez jugadores y pudo poner el 2-0 con dos nuevas aproximaciones, una muy clara del peruano Claudio Pizarro.

Con parecido rasero, el Chelsea podría haberse quedado con nueve jugadores si el árbitro hubiese estimado como tarjeta roja una peligrosa entrada de Steve Sidwell a Lee Carsley.

Y, al final, se impuso la ley del fútbol: once jugadores -es matemática- son mejor que diez y el que perdona lo paga. El Everton empató tras una mala salida del portugués Hilario, tercer portero del Chelsea, después de que el nigeriano Yakubu aprovechara un rechace en el área.

El conjunto de David Moyes, hoy sin el español Mikel Arteta, no es un equipo cualquiera de mitad de la tabla en la 'Premier'. Son sextos, obtuvieron plaza de Champions League hace un par de años y despliegan habitualmente un buen fútbol.

Con el camino expedito gracias a la superioridad numérica, y tras un tacón genial de Yakubu, el Everton pudo llevarse un premio excesivo de Stamford Bridge, pero el poste repelió el disparo del escocés James McFadden.

Era el mejor momento de la segunda parte y el choque pintaba para cualquiera. Pero al final, en otra ley del fútbol de incierta fórmula, el partido se lo llevó el mejor de la noche.

Wright-Phillips pescó antes que su marcador un balón que cayó del cielo londinense y cabeceó por empuje y casta el 2-1 a la red para el Chelsea.

Josleon Lescott pudo empatar en el último minuto del descuento pero alguna ley oculta -o quizá simplemente el meta Hilario- desbarató su remate y dejó las cosas como Wright-Phillips las había dejado.

El público de Stamford Bridge celebró una nueva victoria de su equipo en la Carling Cup, una competición que suma nobleza tras el buen partido en la noche del martes en Londres. EFE