Suazo saldrá a demostrar que las segundas partes pueden ser buenas.
Convencido de su talento para anotar goles,
el chileno Humberto Suazo ha firmado la paz en su pelea consigo
mismo en el fútbol mexicano y ha decidido demostrar en el club
Monterrey que a veces las segundas partes pueden ser buenas.
Suazo, de 26 años, llegó a México como la contratación bomba para el torneo Apertura'07.
Con el cartel de segundo mejor goleador del mundo, deslumbró al Monterrey que desembolsó cinco millones de dólares por su carta, pero a cambio recibió del suramericano sólo tres goles, dos cuando el equipo estaba casi eliminado.
Lo peor no fue el bajo rendimiento de Suazo en su temporada de adaptación, sino que permaneció mucho tiempo huraño, tuvo diferencias con algunos de sus compañeros de equipos y se negó a hablar con los medios, con lo cual se los puso en contra.
El jugador no parecía feliz ni a la hora de comer la carne de cordero, típica de Monterrey, norte del país, donde radica su equipo. Entonces apareció una luz en el túnel cuando el Independiente de Argentina propuso comprarlo en la fecha de Navidad.
Parecía un buen regalo de Papá Noel, sin embargo el trato no se cerró y dejó al delantero en la posición de permanecer amargado en México o asumir su estancia en el club como el pretexto para que su segunda oportunidad sea una versión muy mejorada de la primera.
Es lo que ha hecho y de repente devolvió las ganas de soñar a los hinchas de su equipo, quizás los más fieles de México.
"Estoy feliz es una nueva revancha y voy a pedir a la gente que me apoye, quiero dejar esto (la supuesta transferencia al Independiente) atrás", comentó Suazo en una conferencia de prensa, lo cual ha sido interpretado en Monterrey como una señal de paz consigo mismo de un jugador con todo para ser de lo mejor del circuito.
Originario de San Antonio, el atacante es un asesino del área; veloz, certero y con decisión en los duelos personales contra los defensas, de los cuales casi siempre salió victorioso en el Colo Colo de Chile, club en el que se consagró con tres títulos de goleo y dos de liga.
En la campaña 2006-2007 fue el segundo mejor anotador del mundo, detrás del holandés Klaas Jan Huntelar, del club Ajax, lo cual lo hizo confirmarse en la selección chilena que compitió en la Copa América y participa en la eliminatoria para la Copa del Mundo del 2010.
"Me siento pleno y tranquilo y esperando una revancha; el fútbol mexicano es atractivo, voy a tratar de hacer las cosas bien y también dedicaré tiempo para hablar con los periodistas", sentenció Suazo, quien tal vez ha entendido que la vida no es buena ni mala porque depende del cristal con que se mire.
Suazo, de 26 años, llegó a México como la contratación bomba para el torneo Apertura'07.
Con el cartel de segundo mejor goleador del mundo, deslumbró al Monterrey que desembolsó cinco millones de dólares por su carta, pero a cambio recibió del suramericano sólo tres goles, dos cuando el equipo estaba casi eliminado.
Lo peor no fue el bajo rendimiento de Suazo en su temporada de adaptación, sino que permaneció mucho tiempo huraño, tuvo diferencias con algunos de sus compañeros de equipos y se negó a hablar con los medios, con lo cual se los puso en contra.
El jugador no parecía feliz ni a la hora de comer la carne de cordero, típica de Monterrey, norte del país, donde radica su equipo. Entonces apareció una luz en el túnel cuando el Independiente de Argentina propuso comprarlo en la fecha de Navidad.
Parecía un buen regalo de Papá Noel, sin embargo el trato no se cerró y dejó al delantero en la posición de permanecer amargado en México o asumir su estancia en el club como el pretexto para que su segunda oportunidad sea una versión muy mejorada de la primera.
Es lo que ha hecho y de repente devolvió las ganas de soñar a los hinchas de su equipo, quizás los más fieles de México.
"Estoy feliz es una nueva revancha y voy a pedir a la gente que me apoye, quiero dejar esto (la supuesta transferencia al Independiente) atrás", comentó Suazo en una conferencia de prensa, lo cual ha sido interpretado en Monterrey como una señal de paz consigo mismo de un jugador con todo para ser de lo mejor del circuito.
Originario de San Antonio, el atacante es un asesino del área; veloz, certero y con decisión en los duelos personales contra los defensas, de los cuales casi siempre salió victorioso en el Colo Colo de Chile, club en el que se consagró con tres títulos de goleo y dos de liga.
En la campaña 2006-2007 fue el segundo mejor anotador del mundo, detrás del holandés Klaas Jan Huntelar, del club Ajax, lo cual lo hizo confirmarse en la selección chilena que compitió en la Copa América y participa en la eliminatoria para la Copa del Mundo del 2010.
"Me siento pleno y tranquilo y esperando una revancha; el fútbol mexicano es atractivo, voy a tratar de hacer las cosas bien y también dedicaré tiempo para hablar con los periodistas", sentenció Suazo, quien tal vez ha entendido que la vida no es buena ni mala porque depende del cristal con que se mire.