El departamento médico del club brasileño Vasco da Gama defendió hoy al delantero Romário, condenado por la Justicia deportiva brasileña por su positivo en un análisis de dopaje, y lo calificó de "desafortunado" e "injusto".

Romário fue suspendido por 120 días por haber dado positivo de finasterida, sustancia que se encuentra en productos anticalvicie, en un análisis realizado tras un partido de la Liga brasileña del pasado 28 de octubre.

En una nota de prensa divulgada hoy por el club, el vicepresidente del departamento médico del club, Pedro Valente, resaltó que el jugador de 41 años "no tenía conocimiento de que el medicamento contra la calvicie era prohibido".

Por ello, apuntó que no se puede considerar que actuase de "mala fe" o por "omisión intencional".

Valente dijo que los médicos no sabían que el jugador tomaba dicho tónico capilar y que no le comunicaron a Romário que estaba prohibido "por un malentendido en términos de comunicación".

El club también resaltó que Romário "como ser humano y como profesional" ha tenido siempre "una conducta ejemplar".

"No bebe, no fuma, no usa drogas y nunca necesitó de artificios químicos para practicar su estupendo fútbol", indicó la nota.

Valente manifestó su deseo de que se absuelva al veterano deportista en la apelación, el próximo enero, "tras el nuevo cambio en el reglamento antidopaje".

Según el médico, ahora se puede discernir si la sustancia utilizada por el "Baixinho" se ha usado o no para enmascarar anabolizantes, motivo por el que está prohibida hasta ahora.

El que fuera campeón del mundo con Brasil en 1994 pretendía cerrar su carrera deportiva en los primeros meses de 2008, participando con su equipo en el campeonato regional de Río de Janeiro.

Si no es absuelto en la apelación marcada para el próximo 20 de enero, el ex número uno del mundo tendrá que tomar la decisión de esperar cuatro meses para volver a calzarse unas botas de fútbol, o abandonar definitivamente su carrera.