Morales alaba a CSF por no "abandonar" a Bolivia en defensa fútbol en altura
El presidente de Bolivia, Evo Morales,
alabó hoy la decisión de la Confederación Suramericana de Fútbol
(CSF) de apoyar la disputa de las eliminatorias de Sudáfrica 2010 en
ciudades de considerable altitud y no "abandonar" a su país.
El pronunciamiento de la CSF "demuestra", dijo, "que no nos han abandonado y nunca lo harán", subrayó Morales en una rueda de prensa en Palacio de Gobierno, en La Paz.
La CSF reiteró el miércoles en Asunción, la capital paraguaya, su rechazo a dejar fuera de las eliminatorias del Mundial de Sudáfrica 2010 a los estadios situados a gran altitud, pese al nuevo veto de la FIFA a las ciudades que están a más de 2.750 metros sobre el nivel del mar.
El argentino Julio Grondona, miembro del Comité Ejecutivo de la CSF, dijo que "harán lo posible" para que el órgano rector del fútbol internacional permita los juegos restantes de las eliminatorias mundialistas en la ciudad boliviana de La Paz y en otras de Perú y Ecuador.
El pasado fin de semana, la FIFA decidió prohibir la práctica del fútbol internacional en estadios situados a más de 2.750 metros "sin la aclimatación necesaria" para los jugadores.
Esa determinación dejaría fuera en Bolivia a ciudades como La Paz, situada a casi 3.600 metros sobre el nivel del mar.
Morales remarcó hoy que el fútbol es "universal" y, por tanto, Bolivia no puede quedar excluido de su práctica.
"Las provocaciones de la FIFA obligan a movilizarnos", añadió el presidente, al adelantar que tiene previsto comunicarse o incluso visitar en los próximos días a algunos dirigentes del fútbol suramericano para continuar con la "batalla" contra el nuevo veto a la altura.
El miércoles, Morales advirtió que apelará a la ONU y a otros organismos internacionales si no se atiende su pedido "clamoroso" de respetar la práctica del deporte en altura.
El mandatario boliviano, gran aficionado al fútbol, promueve desde hace meses una campaña a favor del deporte en altura y contra la resolución de la FIFA de mayo pasado de prohibir los partidos internacionales a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar.
La entidad rebajó después esa prohibición a 2.500 metros, tras la protesta de varios países suramericanos.
Entonces se autorizó también a Bolivia a jugar, por última vez, las actuales eliminatorias del Mundial de Sudáfrica 2010 en el estadio Hernando Siles de La Paz, a 3.577 metros de altura.
No obstante, la FIFA le pidió al Gobierno boliviano que construya otro estadio en La Paz a menor altitud para las competiciones futuras.
Atender esa petición "sería aceptar una profunda marginación", sentenció hoy el presidente Morales.
El pronunciamiento de la CSF "demuestra", dijo, "que no nos han abandonado y nunca lo harán", subrayó Morales en una rueda de prensa en Palacio de Gobierno, en La Paz.
La CSF reiteró el miércoles en Asunción, la capital paraguaya, su rechazo a dejar fuera de las eliminatorias del Mundial de Sudáfrica 2010 a los estadios situados a gran altitud, pese al nuevo veto de la FIFA a las ciudades que están a más de 2.750 metros sobre el nivel del mar.
El argentino Julio Grondona, miembro del Comité Ejecutivo de la CSF, dijo que "harán lo posible" para que el órgano rector del fútbol internacional permita los juegos restantes de las eliminatorias mundialistas en la ciudad boliviana de La Paz y en otras de Perú y Ecuador.
El pasado fin de semana, la FIFA decidió prohibir la práctica del fútbol internacional en estadios situados a más de 2.750 metros "sin la aclimatación necesaria" para los jugadores.
Esa determinación dejaría fuera en Bolivia a ciudades como La Paz, situada a casi 3.600 metros sobre el nivel del mar.
Morales remarcó hoy que el fútbol es "universal" y, por tanto, Bolivia no puede quedar excluido de su práctica.
"Las provocaciones de la FIFA obligan a movilizarnos", añadió el presidente, al adelantar que tiene previsto comunicarse o incluso visitar en los próximos días a algunos dirigentes del fútbol suramericano para continuar con la "batalla" contra el nuevo veto a la altura.
El miércoles, Morales advirtió que apelará a la ONU y a otros organismos internacionales si no se atiende su pedido "clamoroso" de respetar la práctica del deporte en altura.
El mandatario boliviano, gran aficionado al fútbol, promueve desde hace meses una campaña a favor del deporte en altura y contra la resolución de la FIFA de mayo pasado de prohibir los partidos internacionales a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar.
La entidad rebajó después esa prohibición a 2.500 metros, tras la protesta de varios países suramericanos.
Entonces se autorizó también a Bolivia a jugar, por última vez, las actuales eliminatorias del Mundial de Sudáfrica 2010 en el estadio Hernando Siles de La Paz, a 3.577 metros de altura.
No obstante, la FIFA le pidió al Gobierno boliviano que construya otro estadio en La Paz a menor altitud para las competiciones futuras.
Atender esa petición "sería aceptar una profunda marginación", sentenció hoy el presidente Morales.