El portero colombiano Miguel Calero, de los Tuzos de Pachuca del fútbol mexicano, renunció a descansar en las fiestas de Navidad y fin de año para tratar de recuperar su mejor forma física después de sufrir una trombosis.

"Ahora no me conviene parar, opté por quedarme, por trabajar con el propósito de mantener mi nivel y de llegar bien al 4 de enero, fecha en que el equipo volverá a concentrarse", dijo Calero, capitán de los Tuzos, el mejor club de México en los últimos 10 años.

En la primera mitad del torneo Clausura'07, Calero sufrió una trombosis que puso en riesgo su vida y lo obligó a descansar tres meses, hasta el Campeonato Mundial de Clubes de Japón, en el que su equipo fue eliminado en el primer partido que disputó.

"Hace tres meses estuve a punto de perder mi brazo, de quedarme fuera del fútbol; jugar después de no hacer nada durante 90 días es complicado, pero aún así las ganas de regresar y de jugar siempre estuvieron, me sentí triste por la eliminación en el Mundial de Clubes, pero feliz por volver", expresó.

Calero, nacido hace 38 años en la localidad de Ginebra, en el departamento colombiano de Valle del Cauca, es el capitán del Pachuca, que en el Apertura'07 sintió la ausencia del portero.

Al lesionarse el colombiano, el Pachuca estaba de líder y terminó el torneo en noveno lugar, sitio que le dio un cupo en la repesca, en la que fueron superados 6-0 por el Cruz Azul. EFE