El Inter da un golpe de mando y humilla a domicilio al Roma (1-4).

Enviado por carlosefrain el Sáb, 29/09/2007 - 13:12
El Inter de Milán dio hoy un serio correctivo a domicilio al Roma (1-4), al que golpeó moral y futbolísticamente, en un partido que vio a los locales en diez y a la media hora de juego y tras el cual relanza como líder solitario al conjunto interista, con tres puntos de ventaja sobre su rival romano.

Los goles del partido, adelantado de la sexta jornada liguera, fueron anotados por Simone Perrotta (m.54), el del Roma; y el sueco Zlatan Ibrahimovic (m.29, de penalti), los argentinos Hernán Crespo (m.57) y Julio Cruz (m.60) y el colombiano Iván Ramiro Córdoba (m.68), por el Inter.

Roma e Inter llegaban igualados a puntos y con el morbo de la polémica suscitada hace semanas por un cruce de declaraciones entre los técnicos romanista Luciano Spalletti e interista Roberto Mancini sobre quién era más favorito al título liguero. Se añadía el ir y ver de opiniones sobre el denominado juego "champan" romanista y el más rácano interista.

Además, para aderezar todo, también estaba un cierto pique entre ambas aficiones, especialmente ante una del Roma que desde inicio de campaña vuela a "un metro del suelo", jactándose de tener el equipo que mejor juega al fútbol, la mejor plantilla del mundo y casi, sin haberse jugado aún casi nada, haber ganado ya todo.

El Roma, su afición, deseaba casi humillar al Inter, evidenciar que era superior, pues ya se le había ganado el pasado agosto a domicilio la Supercopa Italiana. Desde luego, hoy a la afición romana le salió el tiro por la culata, pues fue ella la humillada.

De inició sorprendió el técnico Mancini, ex-lacial, al presentar en campo un esquema más atento y cauto de lo habitual: el sueco Zlatan Ibrahimovic como única punta, tras el cual tenía mayor libertad de movimientos el portugués Luis Figo. Ambos se bastaron y sobraron para romper al rival.

Además, el entrenador interista puso especial énfasis en cerrar las bandas a las subidas del brasileño Diamantino "Mancini" y el francés Giuly, que es parte fundamental en el juego del Roma. La táctica funcionó, pues ya todo el primer tiempo vio a un equipo romanista opaco y maniatado, donde ni De Rossi ni el chileno David Pizarro podían con la fuerza de los interistas argentino Esteban Cambiasso y francés Dacourt.

Ibrahimovic y Figo campaban a sus anchas no dando referencias a una defensa local donde el francés Mexes y el brasileño Juan no estaban en día positivo, como tampoco el capitán e ídolo romanista Francesco Totti.

Y fue una acción del sueco al contragolpe la que rompió y marcó el partido, pues no trajo sólo el 0-1: el meta local brasileño Doni desvió en buena acción un mano a mano con el sueco, pero el balón fue a Figo que remató a puerta vacía y sacó con las manos Giuly (m.28).

Claro penalti, que fue luego ejecutado con tino por Ibrahimovic (m.29), y lógica expulsión de Giuly que dejó al Roma en diez para la hora siguiente del partido. Fue un doble mazazo para el equipo romanista que apenas se encontró antes del descanso y que pueda dar gracias de irse al mismo con una mínima desventaja.

Apenas iniciada la segunda mitad, el Inter sufrió al unísono las bajas por lesión de Dacourt e Ibrahimovic. Mancini fue valiente y puso en liza dos delanteros: los argentino Julio Cruz y Hernán Crespo. Sin duda, quería aprovechar las ansías locales de buscar el empate pese a tener un jugador menos para matarles.

La medida no le salió bien de inicio al Inter, que vio como el Roma empataba con un gol de Perrotta (m.54), en una mala acción defensiva del brasileño Maxwell, que se dejó robar por Pizarro un balón en propia área.

Pero la respuesta del Inter fue tan rabiosa como contundente. En apenas seis minutos envió, primero, un balón al poste (Julio Cruz) y, luego, puso un contundente 1-3 en el marcador: Hernán Crespo (m.57), tras recoger un rechace de Doni en notable parada a disparo de Cambiasso y con la defensa romanista algo despistada; y Julio Cruz (m.60), en disparo desde fuera del área.

Pese a su notable ventaja, su superioridad numérica y en el marcador, y pese a jugar el próximo martes en Liga de Campeones de Europa, el Inter no ralentizó. Fue aún más contundente y quiso humillar a un Roma que hasta hace unos días se jactaba de estar en la cima del mundo.

No es de extrañar, pues, que llegará pronto el 1-4, en remate de cabeza del colombiano Iván Córdoba tras centro medido de Figo.

Spalletti cambió seguidamente a Mancini y Panucci, entrando en campo el croata Vucinic y el brasileño ex-madridista Cicinh. Poco después a un perdido Totti. Había ya entendido que no era posible el milagro, pues sus jugadores (incluso los del banquillo) estaban desconsolados y hundidos.

El Inter, entonces, bajó lógicamente su listón ya que se vio ganador por contundencia y goleada, y con un partido que le relanza como líder en solitario y acallas bocas propias y ajenas. De ahí, que todo se cerrara con el 1-4 que ya de por sí dice todo. EFE.