Cometió una infracción en partido de fútbol y lo condenan a un año de prisión.
Un tribunal de la norteña provincia argentina de Salta condenó a un año de prisión a un jugador de fútbol aficionado por cometer durante un partido un brusca infracción a un rival, que estuvo a punto de perder la visión de un ojo.
Marcelo Cil, quien además deberá pagar casi 7.000 dólares al jugador que lesionó, dijo que apelará la condena ante una instancia judicial superior, informa hoy la prensa local.
El incidente ocurrió en octubre de 2004 en un encuentro correspondiente a un torneo aficionado que organizan los profesionales universitarios de Salta, a unos 1.500 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
Durante el partido, Cil, licenciado en administración de empresas y actual entrenador de la cantera de un equipo salteño, golpeó con su antebrazo al médico Mario Ruiz, quien debió salir del campo lesionado tras el choque.
Los abogados de Ruiz dijeron que el médico casi pierde un ojo por el golpe, que Cil consideró "una acción de juego".
"En quince años de carrera me expulsaron sólo una vez y por demorar el juego. Jamás pegué una patada a un rival", señaló.
"Lo sucedido fue parte del juego: él vino con mucha vehemencia a marcarme y yo levanté los brazos para cubrirme, con tanta mala suerte que su cara chocó con mi antebrazo. Lo llamé muchas veces para ver cómo estaba, pero nunca me atendió", recordó.
Mientras el tribunal de disciplina de la Liga que organiza el torneo castigó a Cil con 60 meses de suspensión, Mario Ruiz le inició un juicio por daño físico y lucro cesante, al argumentar que estuvo dos meses sin poder trabajar a causa de la lesión. EFE
Marcelo Cil, quien además deberá pagar casi 7.000 dólares al jugador que lesionó, dijo que apelará la condena ante una instancia judicial superior, informa hoy la prensa local.
El incidente ocurrió en octubre de 2004 en un encuentro correspondiente a un torneo aficionado que organizan los profesionales universitarios de Salta, a unos 1.500 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
Durante el partido, Cil, licenciado en administración de empresas y actual entrenador de la cantera de un equipo salteño, golpeó con su antebrazo al médico Mario Ruiz, quien debió salir del campo lesionado tras el choque.
Los abogados de Ruiz dijeron que el médico casi pierde un ojo por el golpe, que Cil consideró "una acción de juego".
"En quince años de carrera me expulsaron sólo una vez y por demorar el juego. Jamás pegué una patada a un rival", señaló.
"Lo sucedido fue parte del juego: él vino con mucha vehemencia a marcarme y yo levanté los brazos para cubrirme, con tanta mala suerte que su cara chocó con mi antebrazo. Lo llamé muchas veces para ver cómo estaba, pero nunca me atendió", recordó.
Mientras el tribunal de disciplina de la Liga que organiza el torneo castigó a Cil con 60 meses de suspensión, Mario Ruiz le inició un juicio por daño físico y lucro cesante, al argumentar que estuvo dos meses sin poder trabajar a causa de la lesión. EFE