Juninho, la magia carioca del reloj lionés
Juninho Pernabucano cumple su séptima temporada en el Lyon al que ha contribuido a llevar, en cada una de las anteriores, al título de campeón y al que ha dado las pinceladas de magia carioca que precisaba el bien engrasado reloj lionés.
A sus 32 años, el oriundo de Recife sigue siendo una pieza clave del esquema del Lyon, que mañana recibe al Barcelona en el primer partido de la Liga de Campeones.
La llegada del jugador procedente del Vasco de Gama abrió la etapa más gloriosa de la historia del club. El jugador ha enriquecido su palmarés con seis títulos de campeón de Francia en otros tantos años.
Al tiempo, le ha devuelto a la entidad francesa la fidelidad mostrada y ha renovado su contrato hasta 2010. Este año, Juninho superará los 200 partidos ligueros con la casaca lionesa, con la que ha anotado 61 goles en esa competición, y los 50 de competición europea, en la que suma ya doce tantos.
Juninho no es el típico jugador brasileño. Tiene la técnica adquirida en su país, pero a ella le suma un fino sentido táctico que le convierten en el eje central del sistema de su equipo.
Los cuatro entrenadores que han pasado por el banquillo lionés en los últimos siete años han hecho reposar su esquema de juego en el olfato del brasileño.
Jacques Santini, Paul Le Guen, Gérard Houllier y ahora Alain Perrin, han coincidido en que Juninho es un jugador importante.
Su excelente visión de juego, su trabajo táctico, sus incorporaciones al ataque y, sobre todo, su excepcional facilidad para marcar goles de falta le convierten en un elemento de peso del séxtuple campeón francés.
Un éxito premiado en numerosas ocasiones en Francia, donde ha sido elegido mejor extranjero de la liga, pero que no le ha servido para ganarse un puesto de titular en la "seleçao", donde nunca pudo competir con estrellas más mediáticas.
Abandonado el objetivo de hacerse un hueco en la canarinha, Juninho persigue ahora llevar al Lyon lo más lejos posible en Europa, la asignatura pendiente de una formación que, a golpe de constancia, se ha abierto un hueco entre los mejores del continente.
Astuto dentro y fuera del campo, el brasileño insiste en huir del cartel de favorito y apuesta por un "perfil bajo" del equipo, para sorprender, como en temporadas anteriores, a los grandes de Europa.
La estrategia de la piel de cordero penará a funcionar esta temporada, porque el Lyon es ya un grande de Europa.
Tampoco le valdrá a Juninho, cuya reputación como uno de los más temibles artilleros del momento desarma su intento de alejarse de la galaxia de la gloria que suele envolver a sus más prestigiosos compatriotas.
Su esfuerzo y sacrificio por el equipo serán las mejores armas que podrá poner en el césped para desarticular la magia y la fantasía que se le suponen a su compatriota Ronaldinho, su oponente de mañana. EFE
lmpg/ea
A sus 32 años, el oriundo de Recife sigue siendo una pieza clave del esquema del Lyon, que mañana recibe al Barcelona en el primer partido de la Liga de Campeones.
La llegada del jugador procedente del Vasco de Gama abrió la etapa más gloriosa de la historia del club. El jugador ha enriquecido su palmarés con seis títulos de campeón de Francia en otros tantos años.
Al tiempo, le ha devuelto a la entidad francesa la fidelidad mostrada y ha renovado su contrato hasta 2010. Este año, Juninho superará los 200 partidos ligueros con la casaca lionesa, con la que ha anotado 61 goles en esa competición, y los 50 de competición europea, en la que suma ya doce tantos.
Juninho no es el típico jugador brasileño. Tiene la técnica adquirida en su país, pero a ella le suma un fino sentido táctico que le convierten en el eje central del sistema de su equipo.
Los cuatro entrenadores que han pasado por el banquillo lionés en los últimos siete años han hecho reposar su esquema de juego en el olfato del brasileño.
Jacques Santini, Paul Le Guen, Gérard Houllier y ahora Alain Perrin, han coincidido en que Juninho es un jugador importante.
Su excelente visión de juego, su trabajo táctico, sus incorporaciones al ataque y, sobre todo, su excepcional facilidad para marcar goles de falta le convierten en un elemento de peso del séxtuple campeón francés.
Un éxito premiado en numerosas ocasiones en Francia, donde ha sido elegido mejor extranjero de la liga, pero que no le ha servido para ganarse un puesto de titular en la "seleçao", donde nunca pudo competir con estrellas más mediáticas.
Abandonado el objetivo de hacerse un hueco en la canarinha, Juninho persigue ahora llevar al Lyon lo más lejos posible en Europa, la asignatura pendiente de una formación que, a golpe de constancia, se ha abierto un hueco entre los mejores del continente.
Astuto dentro y fuera del campo, el brasileño insiste en huir del cartel de favorito y apuesta por un "perfil bajo" del equipo, para sorprender, como en temporadas anteriores, a los grandes de Europa.
La estrategia de la piel de cordero penará a funcionar esta temporada, porque el Lyon es ya un grande de Europa.
Tampoco le valdrá a Juninho, cuya reputación como uno de los más temibles artilleros del momento desarma su intento de alejarse de la galaxia de la gloria que suele envolver a sus más prestigiosos compatriotas.
Su esfuerzo y sacrificio por el equipo serán las mejores armas que podrá poner en el césped para desarticular la magia y la fantasía que se le suponen a su compatriota Ronaldinho, su oponente de mañana. EFE
lmpg/ea