Los futbolistas y los técnicos, al igual que sucede con los aficionados violentos, podrán ver prohibido su acceso a los estadios por participar en incidentes violentos, según ha sentenciado el Tribunal Supremo italiano, en una decisión que viene a revolucionar la lucha contra la violencia en el deporte.

La decisión del Supremo italiano viene a confirmar la adoptada previamente por el jefe de policía de Caserta (Campania), que había predispuesto la prohibición de acceso a los estadios, por haber participado en una pelea, a un dirigente y a un futbolista, perteneciente al club "Calvi Risorta".

Una determinación del jefe de policía que no había convalidado después el juez de instrucciones preliminares (GIP) de Santa María Capua Vetere, al mantener que dichas restricciones no se podían aplicar a las conductas que tienen lugar dentro de los terrenos de juegos o a las personas federadas deportivamente, para los que "existe la posibilidad de sanciones específicas de parte de los órganos competentes federativos".

Ante la negativa del GIP, el caso llegó a la II Sección Penal del Tribunal Supremo, que ha aceptado el recurso de la fiscalía contra la sentencia ya que estima que los principios que marcan la ley para actos de violencia en manifestaciones deportivas deben ser aplicados a todas las personas, estén o no federados, independientemente de la sanción que emane de los pertinentes órganos de justicia deportiva.

El caso nace de una pelea que tuvo lugar hace meses, con motivo de un encuentro de las divisiones inferiores campanas, entre el dirigente de un club y un jugador del equipo adversario, dentro del terreno de juego.

Ahora, los dos imputados se verán obligados durante dieciocho meses a presentarse en la comisaria de la zona, en coincidencia con la disputa de los partidos del club Calvi Risorta. EFE