Wesley Sneijder se convierte en el jugador emblema del Madrid.
Wesley Sneijder ha instalado el clima de optimismo en el nuevo Real Madrid de Bernd Schuster, que comienza a plasmar la "excelencia" en el juego que buscaba el presidente Ramón Calderón cuando destituyó a Fabio Capello.
Sneijder enamora con su fútbol al madridismo. El centrocampista holandés es el fichaje que más rápido se ha aclimatado al fútbol español para desatar sus cualidades en los dos primeros partidos de Liga, que le colocan como máximo goleador de Primera División.
Bernd Schuster debía buscar una fórmula para hacer jugar juntos a Sneijder y Guti. El estreno del holandés, en la vuelta de la Supercopa ante el Sevilla, sentó a Guti en el banquillo y el Real Madrid cayó de goleada.
Dos partidos de Liga han servido para lavar la cara de pretemporada y demostrar que Sneijder y Guti no sólo pueden jugar juntos sino que además forman una sociedad que promete buen fútbol. El holandés juega de primeras, con rapidez. Tiene un pase en largo milimétrico, llegada a gol y antes de vestir de blanco, le nombraban heredero de David Beckham en los lanzamientos de faltas.
No es lo único que ha recogido en el testigo que le cedió 'Becks'. Alejado del mercado multimillonario publicitario del inglés, luce el 23 que tantas camisetas vendió en el mundo en las últimas temporadas, y el espíritu de lucha que tanta admiración levantó.
Sneijder marcó en su último año con el Ajax 20 goles en 43 partidos. Tras su estreno liguero con gol al Atlético de Madrid ayer la afición del Villarreal le despidió con aplausos cuando fue sustituido. Había asistido a Raúl con un pase en largo medido en el primer gol, marcado por la escuadra una falta y con el exterior de su pie derecho su tercer tanto liguero.
El Real Madrid pagó 27 millones de euros por Sneijder, que con sólo 23 años tiene mucho por aportar. Schuster empieza a estar contento. El equipo plasma en el campo su gusto por el toque. Ha cambiado el estilo de juego de Fabio Capello y al futbolista se le ve disfrutar, más allá del resultado.
El técnico sabe que será un año frenético, cargado de partidos, y para juntar a Guti con Sneijder, coloca al holandés en la banda izquierda, el sitio menos habitual. Una demarcación que en principio parecía reservada para Arjen Robben que está a tres semanas de debutar.
A la fiesta madridista del inicio de Liga se ha sumado el capitán, Raúl González. Por fin un técnico le ubica en el puesto donde sufre menos desgaste, como segunda punta, y llega más fresco a los últimos metros para mostrar su cara más goleadora. Responde con goles, uno por partido.
En El Madrigal superó a Carlos Santillana en la media de goles por partidos. Ya suma 189 tantos en 448 partidos. Comienza a mirar el récord absoluto del mítico Alfredo Di Stéfano, con 216 goles.
El parón liguero de dos semanas corta el ritmo del Real Madrid, pero también servirá a Schuster para recuperar a Miguel Torres y Gonzalo Higuaín. El brasileño Pepe seguirá con su plan de recuperación y Robben trabajando fuerte en su particular pretemporada para comenzar a entrenarse con sus nuevos compañeros.