Boxeo-Sudáfrica: En 56 segundos, Leila Ali derrota a la guayanesa Gwendolyn O'Neil.
En sólo 56 segundos, la estadounidense Laila Alí acabó con la guayanesa Gwendolyn O'Neil en la pelea por el campeonato mundial supermedio del Consejo Mundial de Boxeo, disputada hoy en esta ciudad.
Una secuencia de golpes certeros al rostro de O'Neil permitió a Alí conservar la corona, cuando el público del Emperor's Palace de Johannesburgo apenas comenzaba a emocionarse con una pelea que llevaba tiempo esperando.
El combate se tenía que haber celebrado en julio pasado en Ciudad del Cabo, en el extremo sur de Sudáfrica, pero la lucha fue cancelada por las malas artes e irregularidades que realizó el promotor, Joe Manyathi.
Por fin fue convocado el público sudafricano a ser testigo de la pelea hoy, esta vez en Johannesburgo, pero los golpes no duraron mucho.
Lo siento, lo siento, dijo la campeona, excusándose, ante un público que se repartía entre los que aplaudían por la victoria y los que pitaban por el poco tiempo que duró.
La boxeadora estadounidense, de 29 años, hija del legendario peso pesado Mohamed Alí, lo tuvo fácil ante la guayanesa, de 47 años y madre de cinco hijos.
Muy coqueta, con los ojos pintados y con un peinado en estrías, Alí, tras el combate, y mientras su rival se desprendía de vendajes, se volvió a disculpar ante el público por la corta duración de la pelea.
Pero también insistió en que era una boxeadora profesional y como tal había subido al ring para ganar lo antes posible. Ya ha terminado y puedo volver a los camerinos para tomarme mi pastel, agregó la boxeadora.
Profesional o no, Alí, que el pasado miércoles se reunió con el ex presidente sudafricano Nelson Mandela, dio el show ayer, viernes, cuando tuvo que desprenderse de su ropa, detrás de una cortina blanca, por los gramos de más que llevaba en el pesaje oficial previo a la pelea.
Laila Alí hizo su debut en 1999 y se coronó campeona mundial supermedio del Consejo Mundial de Boxeo en el 2005.
A Sudáfrica quería venir para tener una pelea en tierras africanas como la que tuvo su padre, Muhammad Alí, en 1974, cuando puso fuera de combate a su eterno rival, George Foreman, en la capital congoleña, Kinshasa.
El combate de hoy de Alí fue el número 24, con 24 victorias.