La rusa Anna Chakvetadze, primera favorita, disputará en Cincinnati y frente a la japonesa Akiko Morigami, séptima, su tercera final de la temporada, que puede suponer el tercer título del curso y el quinto global para la octava jugadora del mundo.

La moscovita de veinte años recondujo con autoridad un encuentro que se le complicó ante la india Sania Mirza, que igualó con la adjudicación del segundo set pero que le supuso un gasto físico excesivo (6-2, 5-7 y 6-3).

Chakvetadze ha ganado las dos finales que ha disputado este año, en Hobart y Hertogenbosch. Sin embargo, los números con la otra candidata le son adversos.

La japonesa Akiko Morigami, que ganó en tres sets a la uzbeka Akgui Amanmuradova, procedente de la ronda de clasificación (6-7 (8), 6-4 y 6-3) y alcanzó, por segunda vez, la final de Cincinnati, tras la del 2005, que perdió frente a la suiza Patty Schnyder, siempre ha batido a la rusa.

A pesar de la distancia que evidencia el ránking -la moscovita es octava y la nipona, que este año ha ganado su hasta ahora único título, en Praga, la 61-, Morigami se ha apuntado los tres duelos particulares que ambas han disputado.

El más reciente fue en el torneo de Roma del pasado año, sobre tierra. La japonesa se apuntó el partido por 4-6, 6-2, 4-2 y la retirada de la rusa, que también cayó en el 2005 en superficie dura, en el torneo de San Diego, y en Surbiton, en hierba, en el 2004.