El Getafe regresó a los entrenamientos tras un mes de vacaciones e inauguró la era Michael Laudrup, que después de la marcha de Bernd Schuster al Real Madrid, ha cogido las riendas del conjunto madrileño y dirigió una sesión marcada por el constante contacto con la pelota.

La jornada comenzó a primera hora de la mañana, cuando toda la plantilla, a excepción de los argentinos Daniel Cata Díaz y Roberto Pato Abbondanzieri, acudió al Coliseum Alfonso Pérez para pasar las correspondientes pruebas médicas tras un mes de inactividad.

Posteriormente, el equipo, con los nuevos fichajes -Miguel Pallardó, Pablo Hernández, Uche Ikechuwku, Ustari, Mario y Kepa Blanco- viajó a Segovia, donde desde las seis de la tarde se ejercitaron por primera vez a las órdenes del entrenador danés Michael Laudrup.

En el estadio de la Gimnástica Segoviana se vieron las primeras pinceladas de lo que va a ser el nuevo proyecto dirigido por el ex jugador del Real Madrid y Barcelona. Tras unos breves estiramientos y unos minutos de carrera, los jugadores cogieron el balón y ya no lo soltaron. Laudrup quiere acostumbrar rápido a sus hombres al toque y a la magia que le hizo famoso en su etapa de futbolista.

Los rondos y los partidillos fueron interrumpidos por el danés en varias ocasiones para charlar con sus jugadores, que tras hora y media de entrenamiento acabaron bastante agotados por culpa de las vacaciones veraniegas. Observados por el nuevo cuerpo técnico getafense, formado por Luis Milla, John Faxejensen y Erik Larsen, los futbolistas del club madrileño se emplearon con dureza para agradar a Michael Laudrup.

De esta forma, el nuevo inquilino del banquillo del Getafe inaugura una nueva etapa en el equipo presidido por Angel Torres. El gusto por el fútbol de toque practicado por Quique Sánchez Flores y Bernd Schuster, tendrá continuidad este año en la figura de Michael Laudrup.