Lula destaca importancia de los Panamericanos pese a abucheos que sufrió
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo hoy que, pese a los abucheos que recibió durante la apertura de los Juegos Panamericanos y que le dejaron triste, el evento fue "extraordinario" y reforzó la candidatura de Brasil al Mundial de fútbol en 2014 y a los Juegos Olímpicos de 2016.
En su programa semanal de radio, Lula le restó hoy importancia a las diferentes rechiflas que le dirigió gran parte de los 90.000 asistentes a la ceremonia de inauguración de los Juegos Panamericanos el pasado viernes en el legendario estadio Maracaná de Río de Janeiro.
El jefe de Estado admitió que se molestó con la actitud del público, que calificó como "reacción del ser humano", pero garantizó que nada cambiará en su relación con la población de la ciudad más emblemática de Brasil.
"En mi vida política, abucheo y aplauso son dos momentos de reacción del ser humano. La única cosa que a mí, particularmente, me entristece es que yo fui preparado como si fuese a una fiesta", afirmó el jefe de Estado en su programa radial.
"Es como si a uno lo invitaran al aniversario de un amigo y llegase allá y encontrase a un grupo de personas que no quiere mi presencia", agregó.
"Estoy seguro que ese no es el pensamiento de Río de Janeiro", agregó Lula, que, tras los abucheos, prefirió que el presidente del Comité Olímpico Brasileño (COB), Carlos Arthur Nuzman, declarase la apertura oficial de los Panamericanos.
Pese a que la programación tenía previsto que el jefe de Estado debía pronunciar la declaración de apertura y a que el presidente de la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA), Mario Vázquez Raña, llegó a cederle la palabra, Lula, al parecer molesto por los abucheos, desistió del honor.
"Después de que terminó el evento varias personas fueron a decirme que había sido organizado (el abucheo), que personas (interesados en sabotearle) habían recibido invitaciones. A mí no me interesa lo que ocurrió, eso ya ocurrió", afirmó.
"Lo importante es que fue una apertura extraordinaria", agregó.
Los abucheos sorprendieron en Brasil debido a que Lula mantiene un elevado apoyo en las encuestas de popularidad y, pese a algunas críticas a su Gobierno y a sucesivos escándalos, su imagen pocas veces llega a ser afectada.
Según versiones de prensa, algunos asesores de la Presidencia acusaron al alcalde de Río de Janeiro, César Maia, de haber incitado a algunas personas invitadas a la ceremonia de los Panamericanos a liderar los gritos contra Lula.
Maia, el principal responsable por la organización de los Juegos Panamericanos, acusó en las últimas semanas a Lula de inflar las inversiones que el gobierno federal hizo en Río de Janeiro para los Juegos y de querer beneficiarse políticamente con el evento.
Pese a los abucheos, Lula dijo que sus relaciones con Río de Janeiro seguirán iguales y que no cambiará los planes de inversión en la ciudad.
"Vamos a trabajar, tenemos muchos proyectos en Río de Janeiro. Eso no cambia en un milímetro mi comportamiento con Río. Río, podemos decir, continúa lindo y merece que el gobierno federal haga lo que sea posible por Río", afirmó.
Según el mandatario, la realización de los Panamericanos le da credencial a Brasil para organizar una Copa del Mundo de fútbol o unos Juegos Olímpicos.
Aseguró que, durante la visita que hizo el pasado viernes a la Villa Panamericana, todos los atletas elogiaron la estructura, y el presidente de la ODEPA llegó a comparar la ceremonia inaugural de los Panamericanos a la de unos Olímpicos.
"Lo que necesitamos es hacer fuerza para que las personas salgan de aquí con la imagen altamente positiva de la capacidad de organización que Brasil tiene para hacer eventos internacionales de este magnitud", afirmó.
"Ahí sí podemos comenzar a pensar concretamente en la Copa del Mundo de 2014 y en la organización de unos Olímpicos, quién sabe, ya en 2016", agregó.
Durante su programa de radio igualmente elogió la conquista por parte del taekwondista Diogo Silva de la primera de oro para Brasil en los Panamericanos y dijo que muchos de los deportistas brasileños en Río estarán en Pekín en 2008.
En su programa semanal de radio, Lula le restó hoy importancia a las diferentes rechiflas que le dirigió gran parte de los 90.000 asistentes a la ceremonia de inauguración de los Juegos Panamericanos el pasado viernes en el legendario estadio Maracaná de Río de Janeiro.
El jefe de Estado admitió que se molestó con la actitud del público, que calificó como "reacción del ser humano", pero garantizó que nada cambiará en su relación con la población de la ciudad más emblemática de Brasil.
"En mi vida política, abucheo y aplauso son dos momentos de reacción del ser humano. La única cosa que a mí, particularmente, me entristece es que yo fui preparado como si fuese a una fiesta", afirmó el jefe de Estado en su programa radial.
"Es como si a uno lo invitaran al aniversario de un amigo y llegase allá y encontrase a un grupo de personas que no quiere mi presencia", agregó.
"Estoy seguro que ese no es el pensamiento de Río de Janeiro", agregó Lula, que, tras los abucheos, prefirió que el presidente del Comité Olímpico Brasileño (COB), Carlos Arthur Nuzman, declarase la apertura oficial de los Panamericanos.
Pese a que la programación tenía previsto que el jefe de Estado debía pronunciar la declaración de apertura y a que el presidente de la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA), Mario Vázquez Raña, llegó a cederle la palabra, Lula, al parecer molesto por los abucheos, desistió del honor.
"Después de que terminó el evento varias personas fueron a decirme que había sido organizado (el abucheo), que personas (interesados en sabotearle) habían recibido invitaciones. A mí no me interesa lo que ocurrió, eso ya ocurrió", afirmó.
"Lo importante es que fue una apertura extraordinaria", agregó.
Los abucheos sorprendieron en Brasil debido a que Lula mantiene un elevado apoyo en las encuestas de popularidad y, pese a algunas críticas a su Gobierno y a sucesivos escándalos, su imagen pocas veces llega a ser afectada.
Según versiones de prensa, algunos asesores de la Presidencia acusaron al alcalde de Río de Janeiro, César Maia, de haber incitado a algunas personas invitadas a la ceremonia de los Panamericanos a liderar los gritos contra Lula.
Maia, el principal responsable por la organización de los Juegos Panamericanos, acusó en las últimas semanas a Lula de inflar las inversiones que el gobierno federal hizo en Río de Janeiro para los Juegos y de querer beneficiarse políticamente con el evento.
Pese a los abucheos, Lula dijo que sus relaciones con Río de Janeiro seguirán iguales y que no cambiará los planes de inversión en la ciudad.
"Vamos a trabajar, tenemos muchos proyectos en Río de Janeiro. Eso no cambia en un milímetro mi comportamiento con Río. Río, podemos decir, continúa lindo y merece que el gobierno federal haga lo que sea posible por Río", afirmó.
Según el mandatario, la realización de los Panamericanos le da credencial a Brasil para organizar una Copa del Mundo de fútbol o unos Juegos Olímpicos.
Aseguró que, durante la visita que hizo el pasado viernes a la Villa Panamericana, todos los atletas elogiaron la estructura, y el presidente de la ODEPA llegó a comparar la ceremonia inaugural de los Panamericanos a la de unos Olímpicos.
"Lo que necesitamos es hacer fuerza para que las personas salgan de aquí con la imagen altamente positiva de la capacidad de organización que Brasil tiene para hacer eventos internacionales de este magnitud", afirmó.
"Ahí sí podemos comenzar a pensar concretamente en la Copa del Mundo de 2014 y en la organización de unos Olímpicos, quién sabe, ya en 2016", agregó.
Durante su programa de radio igualmente elogió la conquista por parte del taekwondista Diogo Silva de la primera de oro para Brasil en los Panamericanos y dijo que muchos de los deportistas brasileños en Río estarán en Pekín en 2008.