El mejor equipo del mundo caducará tras los JJOO de Pekín

Enviado por bielo el Lun, 16/07/2007 - 09:59
Brasil, el mejor equipo del mundo, caducará tras los Juegos Olímpicos de Pekín, a tenor de las declaraciones a Efe de su capitán, Ricardo García, durante la fase final de la Liga Mundial 2007, en la que la selección campeona del mundo y olímpica consiguió su quinto título consecutivo.

La noticia no por esperada deja de ser noticia, y sólo hay que mirar las fechas de nacimiento de los jugadores para comprender que el relevo tenía que llegar en un momento u otro.

Brasil ha conseguido, en los últimos cinco años, ganarlo todo, dominar a cualquier otro equipo. No son los más altos, ni los más fuertes, ni los más dotados técnicamente, pero tienen algo que nadie más posee, la alegría de jugar, de pasarlo bien, de disfrutar.

Esa es la marca que diferencia a Brasil del resto de equipos y selecciones del mundo. Más que un grupo de amigos son "una familia", en palabras de Gilberto Filho Godoy 'Giba', una de las megaestrellas brasileñas.

"No concebimos salir a jugar sin pasarlo bien. Es nuestra manera de entender este juego", dijo Giba a Efe. Y Brasil lo lleva al máximo extremo, aunque, claro está, dentro de una organización técnico-táctica profesional.

Bernardo Rezende, el seleccionador, ha sido cocinero antes que fraile, y sabe que el jugador brasileño debe tener su propio espacio para la invención, para la fantasía, para la creatividad, aunque dentro de un marco.

Sabe que alguna vez perderá un punto tonto por no hacer lo fácil, pero que a cambio sus jugadores salvarán lo insalvable, llegarán a ese balón imposible y bloquearán ese remate estratosférico del rival, para después sonreír, abrazarse, besarse, estimularse unos a otros hasta alcanzar el triunfo.

Este año, además, la quinta Liga Mundial consecutiva que cae en sus alforjas no era esperada. La próxima semana la selección 'canarinha' estará en casa, en Río, para participar en los Juegos Panamericanos, una competición que es la única que se les resiste en los últimos 20 años.

"Estamos un poco cortos de preparación, porque toda la temporada está encaminada a los Panamericanos. Jugamos en casa, ante nuestra gente y tenemos que conseguir el título", comentó Ricardo en los primeros días de estancia en Polonia.

"Si conseguimos la medalla de oro en Pekín, que creo que este equipo se merece, sería un buen momento para dejarlo si Dios quiere", añadió el capitán.

Giba, André, Dante, Rodrigao y quizá Sergio parecen los encargados de servir de nexo de unión con la siguiente generación de jugadores, de inculcarles los valores de la familia.

Pero no conviene adelantar acontecimientos con un año de anticipación. Brasil hace magia con su juego y el espectáculo debe continuar.