Intentan evitar huelga aeroportuaria en vísperas de Panamericanos en Brasil
El gobierno brasileño anunció hoy que hará "todo lo necesario" para evitar una huelga anunciada por los sindicatos aeroportuarios para el próximo miércoles, dos días antes de la inauguración de los Juegos Panamericanos en Río de Janeiro.
"Una huelga ahora sería algo desastroso, pero se trabaja para evitarlo", declaró hoy el brigadier José Carlos Pereira, presidente de Infraero, empresa estatal responsable por los aeropuertos.
Los sindicatos de trabajadores aeroportuarios, tras una serie de asambleas generales, anunciaron esta semana que el próximo miércoles paralizarán por completo sus actividades, para reclamar un aumento salarial del 33 por ciento.
Las demandas distan mucho del 5,5 por ciento ofrecido hasta ahora por el gobierno, que aún así confía en alcanzar un acuerdo antes del miércoles.
"Estamos en negociaciones desde abril y seguiremos negociando", dijo Pereira, quien consideró que Infraero está en condiciones de llegar a un acuerdo, pese a que el gobierno no ha dado el brazo a torcer respecto a su oferta.
Pereira explicó que espera reunirse con los sindicatos el lunes próximo y continuar las discusiones, así como intentar convencerles de lo que supondría esa huelga para el país dos días antes de los Juegos Panamericanos, que comenzarán el próximo viernes en Río de Janeiro y congregarán a 5.540 deportistas de toda América.
"Sería un desastre", insistió el presidente de Infraero.
La huelga, de llegar a realizarse, afectaría los servicios de seguridad, limpieza, mantenimiento y fiscalización de hangares y aeronaves, así como las tareas administrativas en los aeropuertos.
La amenaza de paralización ha agregado más incertidumbre a la prolongada y grave crisis que vive la aviación brasileña desde septiembre pasado, cuando 154 personas murieron a bordo de un avión de la aerolínea GOL, que se estrelló tras rozarse en pleno vuelo con un pequeño aparato.
Tras ese accidente, los atrasos y cancelaciones de vuelos han sido una constante en los aeropuertos del país, en algunas ocasiones por huelgas de celo de los controladores aéreos y en otras por diversos problemas en las aerolíneas o en los propios terminales.
Infraero administra 68 aeropuertos y 32 terminales de carga, por los que pasa el 97 por ciento del tráfico aéreo del país, y tiene un total de 26.500 empleados.
"Una huelga ahora sería algo desastroso, pero se trabaja para evitarlo", declaró hoy el brigadier José Carlos Pereira, presidente de Infraero, empresa estatal responsable por los aeropuertos.
Los sindicatos de trabajadores aeroportuarios, tras una serie de asambleas generales, anunciaron esta semana que el próximo miércoles paralizarán por completo sus actividades, para reclamar un aumento salarial del 33 por ciento.
Las demandas distan mucho del 5,5 por ciento ofrecido hasta ahora por el gobierno, que aún así confía en alcanzar un acuerdo antes del miércoles.
"Estamos en negociaciones desde abril y seguiremos negociando", dijo Pereira, quien consideró que Infraero está en condiciones de llegar a un acuerdo, pese a que el gobierno no ha dado el brazo a torcer respecto a su oferta.
Pereira explicó que espera reunirse con los sindicatos el lunes próximo y continuar las discusiones, así como intentar convencerles de lo que supondría esa huelga para el país dos días antes de los Juegos Panamericanos, que comenzarán el próximo viernes en Río de Janeiro y congregarán a 5.540 deportistas de toda América.
"Sería un desastre", insistió el presidente de Infraero.
La huelga, de llegar a realizarse, afectaría los servicios de seguridad, limpieza, mantenimiento y fiscalización de hangares y aeronaves, así como las tareas administrativas en los aeropuertos.
La amenaza de paralización ha agregado más incertidumbre a la prolongada y grave crisis que vive la aviación brasileña desde septiembre pasado, cuando 154 personas murieron a bordo de un avión de la aerolínea GOL, que se estrelló tras rozarse en pleno vuelo con un pequeño aparato.
Tras ese accidente, los atrasos y cancelaciones de vuelos han sido una constante en los aeropuertos del país, en algunas ocasiones por huelgas de celo de los controladores aéreos y en otras por diversos problemas en las aerolíneas o en los propios terminales.
Infraero administra 68 aeropuertos y 32 terminales de carga, por los que pasa el 97 por ciento del tráfico aéreo del país, y tiene un total de 26.500 empleados.