Cañas y Nalbandián, dos excepciones en el pobre paisaje de Wimbledon
El torneo de Wimbledon llegó a su sexta jornada, la del sábado, con dos únicos supervivientes, los argentinos David Nalbandián y Guillermo Cañas, que debían disputar sus encuentros respectivos de tercera ronda frente al chipriota Marcos Baghdatis y el australiano Lleyton Hewitt.
Pero una vez más, la lluvia hizo su aparición en el All England Club. En poco más de una hora, comenzó a llover con fuerza en el 'SW19' y la organización ordenó poner de nuevo las lonas verdes.
Para entonces, tan sólo Maria Sharapova y Amelie Mauresmo habían podido vencer en sus partidos frente a la japonesa Ai Sugiyama y la italiana Mara Santangelo.
A la espera de lo que puedan hacer Cañas y Nalbandián, el balance que queda al mirar atrás se hace escaso.
En el cuadro femenino, tan sólo la venezolana Milagros Sequera alcanzó la tercera ronda, pero cayó con estrépito frente a Serena Williams, a quien únicamente pudo hacer un juego.
En el cuadro masculino, de los diecisiete tenistas latinoamericanos que comenzaron Wimbledon, sólo tres pasaron a tercera ronda.
El tercero de ellos, el chileno Fernando González, brindó en su adiós al torneo un partido espectacular en la Pista Central frente al serbio Janko Tipsarevic. Con todo, se despidió en tercera ronda con una "sensación muy amarga", tras haber tenido un 5-2 a favor en el quinto set y definitivo set.
Por su parte, el argentino Juan Martín del Potro no pudo mostrar en Londres de lo que es capaz. Con 18 años, ya se ha convertido en la gran esperanza del tenis argentino para la prensa nacional. Sin embargo, el helvético Roger Federer cortó su trayectoria en seco en la segunda ronda.
En todo caso, Del Potro dejó sensaciones de buen jugador y obligó al número uno a entregarse a fondo en el segundo set para poder ganarlo.
El de Tandil es consciente del camino que le queda por recorrer. Tras perder contra el cuatro veces ganador de Wimbledon, reconoció que le había dado vergüenza jugar contra él.
"Jugando contra Federer no quería hacerle perder tiempo para que no piense mal de mí. Iba corriendo para todos los lados. Tengo que ir perdiendo ese miedo y respeto. La diferencia está en los mínimos detalles, en las pequeñas cosas porque luego todos sabemos pegarle", explicó el joven jugador.
Salvo contadas excepciones, el tenista latinoamericano no se desplaza cómodamente sobre la hierba de Londres. Ya lo explicó Calleri: "Nosotros no nos sentimos cómodos acá".
La mayoría de los tenistas latinoamericanos le han dado la razón. Tan sólo quedan dos: uno es Guillermo Cañas, que ya ha vencido este año dos veces a Roger Federer.
El otro es David Nalbandián. Finalista en 2002, es la gran excepción suramericana en los cincuenta años.
Desde 1959, cuando el peruano Alex Olmedo venció al australiano Rod Laver, nadie salvo Nalbandián ha sido capaz de pisar la Pista Central el segundo domingo del torneo.
Pero una vez más, la lluvia hizo su aparición en el All England Club. En poco más de una hora, comenzó a llover con fuerza en el 'SW19' y la organización ordenó poner de nuevo las lonas verdes.
Para entonces, tan sólo Maria Sharapova y Amelie Mauresmo habían podido vencer en sus partidos frente a la japonesa Ai Sugiyama y la italiana Mara Santangelo.
A la espera de lo que puedan hacer Cañas y Nalbandián, el balance que queda al mirar atrás se hace escaso.
En el cuadro femenino, tan sólo la venezolana Milagros Sequera alcanzó la tercera ronda, pero cayó con estrépito frente a Serena Williams, a quien únicamente pudo hacer un juego.
En el cuadro masculino, de los diecisiete tenistas latinoamericanos que comenzaron Wimbledon, sólo tres pasaron a tercera ronda.
El tercero de ellos, el chileno Fernando González, brindó en su adiós al torneo un partido espectacular en la Pista Central frente al serbio Janko Tipsarevic. Con todo, se despidió en tercera ronda con una "sensación muy amarga", tras haber tenido un 5-2 a favor en el quinto set y definitivo set.
Por su parte, el argentino Juan Martín del Potro no pudo mostrar en Londres de lo que es capaz. Con 18 años, ya se ha convertido en la gran esperanza del tenis argentino para la prensa nacional. Sin embargo, el helvético Roger Federer cortó su trayectoria en seco en la segunda ronda.
En todo caso, Del Potro dejó sensaciones de buen jugador y obligó al número uno a entregarse a fondo en el segundo set para poder ganarlo.
El de Tandil es consciente del camino que le queda por recorrer. Tras perder contra el cuatro veces ganador de Wimbledon, reconoció que le había dado vergüenza jugar contra él.
"Jugando contra Federer no quería hacerle perder tiempo para que no piense mal de mí. Iba corriendo para todos los lados. Tengo que ir perdiendo ese miedo y respeto. La diferencia está en los mínimos detalles, en las pequeñas cosas porque luego todos sabemos pegarle", explicó el joven jugador.
Salvo contadas excepciones, el tenista latinoamericano no se desplaza cómodamente sobre la hierba de Londres. Ya lo explicó Calleri: "Nosotros no nos sentimos cómodos acá".
La mayoría de los tenistas latinoamericanos le han dado la razón. Tan sólo quedan dos: uno es Guillermo Cañas, que ya ha vencido este año dos veces a Roger Federer.
El otro es David Nalbandián. Finalista en 2002, es la gran excepción suramericana en los cincuenta años.
Desde 1959, cuando el peruano Alex Olmedo venció al australiano Rod Laver, nadie salvo Nalbandián ha sido capaz de pisar la Pista Central el segundo domingo del torneo.