Policía advierte que serán presos quienes promuevan desórdenes en estadio
Las autoridades de la ciudad brasileña de Porto Alegre anunciaron hoy "tolerancia cero" con los promotores de desórdenes durante la final de la Copa Libertadores entre el Gremio y el Boca Juniors, el próximo miércoles en el estadio Olímpico.
"Quien vaya al estadio pensando en confusión va a terminar en la comisaría", afirmó el coronel de la Policía Militar Paulo Mendes, sub comandante de la Brigada Militar.
"Tendremos en Porto Alegre a dos equipos que han sido campeones mundiales y es necesario cuidar las imágenes que van a correr el mundo", añadió el oficial.
Una operación conjunta de agentes de las policías Militar, Civil y Federal, ha establecido un estrecho cerco en los alrededores y dentro del estadio Olímpico, así como una escolta permanente a los 2.700 hinchas que llegarán a acompañar el Boca Juniors.
Según el coronel Mendes, un destacamento del Batallón de Operaciones Especiales (BOE) acompañará a los hinchas del conjunto argentino en las tribunas, estableciendo una barrera para evitar el choque con barras bravas del Gremio.
Las autoridades brasileñas han extremado medidas al comprobar que portales de relaciones en internet han difundido en los últimos días arengas de fanáticos del Gremio contra los hinchas del Boca Juniors.
Algunos mensajes enseñan a fabricar bombas caseras para arrojarlas contra los visitantes.
Hinchas del Gremio que acompañaron al equipo en el partido de ida que perdieron por 3-0, hace ocho días en Buenos Aires, denunciaron que los autobuses que los transportaban fueron atacados con piedras y otros objetos contundentes a la salida del estadio La Bombonera.
La Policía Federal del estado de Río Grande do Sul, cuya capital es Porto Alegre, anunció hoy que la seguridad para los hinchas del Boca Juniors comenzará en el mismo momento en que crucen la frontera los vehículos que los transportan desde Argentina.
A pesar de la cómoda ventaja obtenida en el partido de ida por los de Miguel Russo, el estadio Olímpico tendrá lleno absoluto en el compromiso decisivo.
De los 55.000 lugares oficiales, los hinchas del Boca Juniors se hicieron con las 2.700 entradas separadas por los directivos.
Debido al cuantioso número de socios del Gremio, sólo quedaron a la venta 20.000 entradas, que se agotaron el domingo y desde entonces se ha detectado un agitado mercado negro con dividendos de hasta el 300 por ciento para los revendedores.
"Quien vaya al estadio pensando en confusión va a terminar en la comisaría", afirmó el coronel de la Policía Militar Paulo Mendes, sub comandante de la Brigada Militar.
"Tendremos en Porto Alegre a dos equipos que han sido campeones mundiales y es necesario cuidar las imágenes que van a correr el mundo", añadió el oficial.
Una operación conjunta de agentes de las policías Militar, Civil y Federal, ha establecido un estrecho cerco en los alrededores y dentro del estadio Olímpico, así como una escolta permanente a los 2.700 hinchas que llegarán a acompañar el Boca Juniors.
Según el coronel Mendes, un destacamento del Batallón de Operaciones Especiales (BOE) acompañará a los hinchas del conjunto argentino en las tribunas, estableciendo una barrera para evitar el choque con barras bravas del Gremio.
Las autoridades brasileñas han extremado medidas al comprobar que portales de relaciones en internet han difundido en los últimos días arengas de fanáticos del Gremio contra los hinchas del Boca Juniors.
Algunos mensajes enseñan a fabricar bombas caseras para arrojarlas contra los visitantes.
Hinchas del Gremio que acompañaron al equipo en el partido de ida que perdieron por 3-0, hace ocho días en Buenos Aires, denunciaron que los autobuses que los transportaban fueron atacados con piedras y otros objetos contundentes a la salida del estadio La Bombonera.
La Policía Federal del estado de Río Grande do Sul, cuya capital es Porto Alegre, anunció hoy que la seguridad para los hinchas del Boca Juniors comenzará en el mismo momento en que crucen la frontera los vehículos que los transportan desde Argentina.
A pesar de la cómoda ventaja obtenida en el partido de ida por los de Miguel Russo, el estadio Olímpico tendrá lleno absoluto en el compromiso decisivo.
De los 55.000 lugares oficiales, los hinchas del Boca Juniors se hicieron con las 2.700 entradas separadas por los directivos.
Debido al cuantioso número de socios del Gremio, sólo quedaron a la venta 20.000 entradas, que se agotaron el domingo y desde entonces se ha detectado un agitado mercado negro con dividendos de hasta el 300 por ciento para los revendedores.