El jugador mexicano del Barcelona Rafael Márquez reconoció hoy que la expulsión de Oleguer Presas al filo del descanso afectó al conjunto azulgrana en su empate ante el Real Madrid (3-3), en partido correspondiente a la vigésima sexta jornada de la Liga de fútbol de España.

Márquez admitió que, con un jugador menos, el Barcelona acusó el desgaste físico. "Sabíamos que iba a ser una segunda parte muy exigente y lo hemos notado", dijo.

El mexicano destacó que el punto rescatado en el último suspiro "es importante", aunque consideró que el empate "no puede ser interpretado como un éxito".

Sobre su actuación personal, Márquez admitió que en el segundo tiempo fue "decayendo porque estaba cansado" e incluso comentó que debe mejorar.

El capitán del equipo, Carles Puyol, subrayó la importancia del punto conseguido, aunque admitió una cierta sensación de "rabia" por no haber podido ganar al eterno rival.

"Se nos complicó mucho el partido en la segunda parte por la expulsión, pero el punto puede ser muy importante a largo plazo", añadió.