Kaká da en la prórroga el pase al Milan.
Un gol del brasileño Kaká, en los primeros compases de la prorroga, dio al Milán el triunfo casero ante el Celtic de Glasgow (1-0), y con ello el pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa, tras un partido peleado y que, al final, premió al mejor.
El partido no fue espectacular, pero sí tuvo la emoción de vivir entre la frontera del pase y la eliminación, junto con decidirse en un tiempo suplementario. Y dejó claro que pese a que el Milán no está para demasiadas proezas, pues su juego sigue siendo simplón, tiene un Kaká que él solo puede decidir; así como que el Celtic es pelea, lucha, ganas y poco más.
La igualada sin goles de la ida obligaba, lógicamente, a ambos equipos a buscar el gol del pase. Pero curiosamente, cuando se esperaba un Milán más decidido a tenor de su teórica mayor clase y del "factor campo" (pese al gran empuje sonoro de sus hinchas), fue el Celtic quien salió más agresivo y jugando a un ritmo alto.
Lo contrario de un Milán que se presentó con un solo delantero neto (Filippo Inzaghi) y planteó un partido más a la espera y atento a no cometer errores que pudieran poner en peligro su meta.
Sin duda, la flojedad defensiva evidenciada en los últimos encuentros, así como la baja hoy de alguno de sus efectivos, estaban en la mente del técnico milanista Carlo Ancelotti, quien ordenó a sus jugadores no buscar el gol de la clasificación con demasiado frenesí para no abrirse y facilitar el contragolpe escocés.
Ello dio sobre el terreno de juego un cierto equilibrio, pero el Celtic empezó a pecar de dejar demasiado suelto a Kaká, que jugando entre líneas se movió con demasiada libertad y, muy pronto, comenzó a darle algún que otro disgusto al rival.
Precisamente, un disparo de Kaká obligó pronto al meta polaco Boruc (m.4) a una excelente intervención. Y, a lo largo del primer tiempo, el brasileño dispuso de un par más de lanzamientos, pero estuvo desatinado en el remate final.
La llegada de Kaká era el mayor peligro del Milán, pues Inzaghi estuvo demasiado solo y, además, se vio perjudicado por las imprecisiones de sus compañeros a la hora de servirlo.
El Celtic tuteaba al rival, corría, pero no se mostraba muy peligroso ante la meta milanista defendida por el brasileño Dida. Eso sí, el conjunto escocés bien puede recriminar la no concesión de un penalti favorable por una clara mano de Paolo Maldini (m.6) ante un disparo de un delantero visitante.
Luego, los escoceses se mostraron también imprecisos en los últimos metros y tampoco supieron aprovechar su temido juego aéreo en los saques de falta.
La segunda mitad, en cambio, vio un Milán más determinado y decidido en la búsqueda de la meta adversaria. Esto dio un primer cuarto de hora en donde se jugó prácticamente por entero en el medio campo del Celtic, que se veía agobiado.
Pudo llegar el tanto milanista en remates de cabeza de Filippo Inzaghi y de Ambrosini (m.71) con apenas un minuto de diferencia, pero ambos fueron sacados desde la misma línea de meta por un defensor del Celtic, que ya tenía en campo al ex-madridista Gravesen.
Al final, le faltaba la "puntilla" y la contención del Celtic empezó a tomar de nuevo las posiciones. Ello animó al equipo escocés y convirtió al partido en un especie de "ida y vuelta", sin utilización de criterio y orden en centro del campo, y el balón rondando ambas áreas.
Ancelotti se decidió a poner en liza a Gilardino, pero sorprendentemente quitó a Inzaghi, por lo que siguió con una punta neto.
Pudo, no obstante, el Milán eludir la prórroga con Maldini (m.86), Seedorf (m.87) y Kaká (m.89), pero las dos primeras fueron notablemente resueltas por el meta visitante y la tercera acabó en el travesaño. Se iba al tiempo suplementario, algo por lo que pocos apostaban.
Y apenas empezado, Kaká dejó el sello de su gran clase con una acción personal casi desde el centro del campo, terminada con un disparo entre las piernas del meta, que ubicaba el 1-0 (min.93).
El Milán, con jugadores de mayor edad, parecía más entero físicamente que un Celtic que acusó en exceso el tanto y pudo encajar pronto otros más de no ser por la buena actuación de su meta polaco Artur Boruc, de quien se dice que interesa al club milanista.
La segunda parte de la prórroga la inició el Celtic con tres puntas, si bien los incorporados Beattie y Miller evidenciaron las secuelas de los problemas físicos que recientemente han padecido.
El Milán se dedicó a controlar, pero cedió demasiado terreno y sufrió en exceso. Para su fortuna, el Celtic siguió demostrando su poca mordiente y remate; y el cuadro milanista se llevó el ansiado pase gracias a su estrella Kaká.
- Ficha técnica
1 - Milán: Dida; Oddo (Simic, m.116), Bonera, Maldini, Jankulovski; Gattuso (Rocchi, 79), Pirlo, Ambrosini, Seedorf; Kaká; Filippo Inzaghi (Gilardino, 73).
0 - Celtic Glasgow: Boruc; Telfer, McManus, O'Dea, Naylor; Nakamura (Miller, m.105), Lennon, Sno (Beattie, m.97), McGeady; Jarosik (Gravensen, m.62), Vennegoor of Hesselink.
Gol: 1-0, Min.93: Kaká, en acción personal.
Arbitro: Konrad Plautz (Austria). Mostró tarjeta amarilla a McManus (m.41), Ambrosini (m.42), Naylor (m.56), McGeady, m.86), Lennon (m.105).
Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones de Europa, que se ha disputado en el estadio milanés "Giuseppe Meazza", que registró la presencia de unos 62.000 aficionados (unos 5.000 escoceses).