Mexicana Romary Rifka regresa de un embarazo con un salto de oro
La mexicana Romary Rifka regresó
de un embarazo de la mejor manera, con un registro de 1,95 metros
que le dio hoy la medalla de oro de salto de altura de los Juegos
Panamericanos.
"Me siento madura y llena de energía, lo hice todo con el corazón", dijo la competidora que hoy se confirmó en el duodécimo lugar de la lista mundial de 2007 que encabeza la croata Blanka Vlasic, con 2,05 metros.
Rifka, de 36 años de edad, demostró mucha personalidad al elevarse sobre 1,95 metros al primer intento, lo cual le dio el título a la canadiense Nicole Forrester, quien saltó lo mismo, pero lo hizo después de fallar el primer intento.
"Fue una competencia larga, estaba cansada, pero le había prometido la medalla de oro a mi hija Romary y eso me dio mucha fuerza", comentó la atleta casada con el medallista mundial de 400 metros Alejandro Cárdenas, con quien también tiene un bebé.
La campeona, que vive en Veracruz, sureste de México, reconoció no estar aún en su mejor forma, pero sí con mucha energía luego de haber sido madre por segunda vez; reconoció que empezó fuera de ritmo, pero cuando los saltos fueron más frecuentes, mejoró.
"Me llegó el segundo aire y con él la medalla de oro", señaló la atleta, con un corte de cabello corto y una gran sonrisa después de haber mejorado la medalla de plata hace cuatro años en una gran lucha con la dominicana Juana Arrendal, hoy fuera de medallas.
"Parece que me gusta hacer las cosas cardiacas en los Juegos Panamericanos", reflexionó.
Aunque va duodécima de la lista de la temporada, segunda del ránking iberoamericano detrás de la española Ruth Beitía (1.97), la mexicana dijo que espera alcanzar la final de los Mundiales de Atletismo de Osaka el próximo mes de agosto.
"Faltan 20 días, tengo que mejorar porque hace poco regresé y aun cometo muchos errores", concluyó.
"Me siento madura y llena de energía, lo hice todo con el corazón", dijo la competidora que hoy se confirmó en el duodécimo lugar de la lista mundial de 2007 que encabeza la croata Blanka Vlasic, con 2,05 metros.
Rifka, de 36 años de edad, demostró mucha personalidad al elevarse sobre 1,95 metros al primer intento, lo cual le dio el título a la canadiense Nicole Forrester, quien saltó lo mismo, pero lo hizo después de fallar el primer intento.
"Fue una competencia larga, estaba cansada, pero le había prometido la medalla de oro a mi hija Romary y eso me dio mucha fuerza", comentó la atleta casada con el medallista mundial de 400 metros Alejandro Cárdenas, con quien también tiene un bebé.
La campeona, que vive en Veracruz, sureste de México, reconoció no estar aún en su mejor forma, pero sí con mucha energía luego de haber sido madre por segunda vez; reconoció que empezó fuera de ritmo, pero cuando los saltos fueron más frecuentes, mejoró.
"Me llegó el segundo aire y con él la medalla de oro", señaló la atleta, con un corte de cabello corto y una gran sonrisa después de haber mejorado la medalla de plata hace cuatro años en una gran lucha con la dominicana Juana Arrendal, hoy fuera de medallas.
"Parece que me gusta hacer las cosas cardiacas en los Juegos Panamericanos", reflexionó.
Aunque va duodécima de la lista de la temporada, segunda del ránking iberoamericano detrás de la española Ruth Beitía (1.97), la mexicana dijo que espera alcanzar la final de los Mundiales de Atletismo de Osaka el próximo mes de agosto.
"Faltan 20 días, tengo que mejorar porque hace poco regresé y aun cometo muchos errores", concluyó.