La cosecha de mujeres, lo mejor de México en los Panamericanos

Enviado por bielo el Jue, 26/07/2007 - 13:34
México puede mantener el quinto lugar en los Juegos Panamericanos; si lo consigue no será por el aporte de sus representantes masculinos, sino por la cosecha de triunfos de sus mujeres, ganadoras de ocho de las nueve medallas de oro del país.

Río de Janeiro, la ciudad brasileña sede de los Juegos, ha sido un campo fértil para las proezas de las mexicanas, desde la experta Ana Guevara, que sumó su tercer título, hasta la joven de 18 años Alejandra Gaal, oro en taekwondo.

Ana, campeona mundial en el 2003, confirmó que sigue vigente y se convirtió en la primera mujer con tres medallas de oro panamericano en 400 metros; algunos medios en su país dijeron que estaba acabada, pero hizo un tiempo de 50:34 segundos, mejor que el de hace cuatro años cuando estaba a un mes de realizar su mejor registro, 48.89.

Igual de destacado fue el trabajo de Gaal, de la división de los 49 kilos, quien avanzó hasta la final y en ella pasó por encima de la dominicana Jahaira Peguero, a quien derrotó 7-0.

La historia de los triunfos de las mujeres mexicanas no es nueva; en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 sólo la levantadora de pesas Soraya Jiménez ganó oro en la delegación y en los de Atenas'04, de las cuatro medallas de México, tres fueron de mujeres.

"Las mujeres son minoría en el equipo y han ganado la mayor parte de las medallas de oro", recordó Soraya que antes de ser monarca olímpica, sufrió manifestaciones de machismo de directivos que le negaron apoyos, pero aún así fue campeona.

Si México retiene el quinto lugar, mucho tendrán que ver los equipos de taekwondo y atletismo; en el primero, además de Alejandra Gaal, ganaron títulos en Río de Janeiro la medallista olímpica Iridia Salazar, de 57 kilos y la campeona mundial María Espinosa, de 67, y en el segundo triunfaron Guevara y la saltadora Romary Rifka.

Iridia, una deportista que rara vez queda fuera de medalla en algún evento, retuvo la corona ganada en Santo Domingo, al vencer 4-0 sin apuros a Condie Shannon (CAN), mientras María vino de atrás para derrotar en tiempo extra a la brasileña Natalia Silva, medallista mundial.

Fue uno de los grandes retos de una mujer mexicana en los Juegos; perdía por un punto en el último minuto, pero empató y con una frialdad extraña en una chica de 19 años de edad, se olvidó del público en contra, manejó el combate en el tiempo extra, y ganó.

Romary vino con otra historia; a pocos meses de tener a su segundo hijo, compitió en salto de altura y conquistó el oro con 1.95 metros, rodeada de una energía especial, la que le quedan a las mujeres después de parir.

"Más madura y llena de energía, sólo me quedaba competir con el corazón; le había prometido esa medalla a mi hija y para allá va", dijo Romary, una simpática chica de pelo corto, colocada duodécima en la lista mundial del 2007.

La primera medalla de México era esperada, la ganó Carolina Valencia, una joven de 22 años y 1.46 metros, que ganó la división de 48 kilos del torneo de levantamiento de pesas con récords panamericanos de 78 kilos en arranque, 90 en envión y 168 en total.

Venció con ventaja cómoda, algo parecido a la saltadora Paola Espinosa, campeona de plataforma con 380.93 puntos en una prueba de buen nivel en la que la mexicana mostró que está para ser finalista olímpica.

Paola destacó por su gracia, pero entre las mexicanas ha habido de todo en Río de Janeiro. Fuerte y con destreza para pelear, la judoca Vanessa Zamboti conquistó la medalla de oro sobre la ecuatoriana Carmen Chala en peso pesado y al sacar provecho de su mentalidad ganadora, puso su cuota dorada a la cosecha de mujeres.

¿Y los hombres? Muchos fracasos, pero sacó la cara Erick Galvéz con una gran actuación que le dio oro en squash. Lástima que no es deporte olímpico.