Brasil toma con tranquilidad la jornada pensando ya en Argentina

Enviado por bielo el Jue, 12/07/2007 - 20:11
La selección de Brasil se tomó hoy la jornada con mucha tranquilidad sin exigir en demasía a sus jugadores titulares, pensando ya en su rival de la final el próximo domingo, Argentina, en la lucha por el título de la Copa América 2007.

Los once titulares de Brasil se mantuvieron con ejercicios en la piscina del Hotel del Lago y dentro del gimnasio con la presencia médico Serafim Borges, el preparador físico Fábio Mahseredjian y el fisioterapeuta Odir de Souza, para fortalecer los músculos de sus piernas, tras el agotador partido ante Uruguay.

Esa decisión de Carlos Dunga determinó que el resto de la plantilla, los que no jugaron ante Uruguay, se entrenara en la cancha Giuseppe Acosta de la Vereda del Lago, con un fuerte dispositivo de seguridad, que permitió a la prensa escrita observar en una tribuna el entrenamiento sin el acceso a cámaras, mientras fotógrafos y camarógrafos de televisión hicieron su trabajo al borde de la cancha.

El cuerpo técnico de Brasil decidió hasta el sábado, entrenar a partir de las 16.00 horas para aclimatarse al agotador calor que hoy bordeó los 34 grados, ya que la final se disputará a las 17 horas del domingo.

La distensión de los once titulares se notó en los propios pasillos del Hotel del Lago, donde muchos de los jugadores como Robinho no dieron declaraciones, pero aceptaron la presencia de niños quienes buscaban los autógrafos.

Hoy, en una improvisada rueda de prensa, tres de los jugadores del técnico Carlos Dunga ratificaron su confianza en obtener un resultado que les acerque al título por segunda vez consecutiva.

El centrocampista del Real Madrid, Julio Baptista, aseguró que Argentina tiene jugadores de mucha explosión, a los que intentarán controlar desde el primer minuto de juego.

"Son jugadores de mucha calidad al igual que Brasil, de explosión que nosotros debemos tratar de controlar desde el comienzo. Brasil, tiene a Robinho y a otros jugadores que son desequilibrantes y determinantes para lograr un resultado importante", aseveró Baptista.

Por su parte, el delantero del CSKA de Moscú, Vágner Love tiene en mente la final con Argentina, argumentando que el nivel de juego en la cancha será muy diferente de lo que mostraron ante Uruguay.

"Estamos bien por estar en la final donde debemos demostrar nuestra capacidad. Debemos marcar bien para enfrentar a Argentina, porque definitivamente se juega a un ritmo diferente en un partido decisivo", auguró Vágner Love.

Otro de los titulares, el defensor Juan, manifestó su respeto por tener a Argentina como rival, repitiendo la final de hace tres años en Perú.

"Respetamos al rival, juega muy bien y vamos a entrar en la cancha como debemos hacerlo. Argentina juega muy bien con un gran nivel, pero debemos confirmar un juego de equipo", ratificó Juan.

Anderson, flamante adquisición del Manchester United inglés, analizó el duelo con los albicelestes.

"Argentina ha hecho una buena competición. Pero no podemos hacer lo mismo que los demás, debemos pensar en nosotros mismos. Entraremos a jugar fútbol, a hacer lo mejor en la partida y marcar bien al rival", expresó.

Según la programación oficial del seleccionado canarinho, los jugadores volverán a reunirse con la prensa el viernes en la tarde en la misma zona mixta, previo a su siguiente entrenamiento, donde se espera ya el trabajo en la cancha de los posibles titulares.

Entre pasillos y tras el entrenamiento de esta tarde, se rumorea que Elano, centrocampista del Shakhtar Donetsk, pudiera ser el sustituto en el centro del campo de Gilberto Silva, que no podrá jugar en la final por acumulación de tarjetas amarillas.

Tampoco se descarta que el técnico Carlos Dunga decida finalmente incluir a Fernando (Girondins Burdeos, FRA) o a Diego (Werder Bremen, ALE) en la plantilla titular, que jugaron en el segundo tiempo frente a los uruguayos.

Lo que se confirmó esta tarde fue el árbitro paraguayo Carlos Amarilla, que ha sido designado para dirigir por segunda vez consecutiva la final de la Copa América, después que lo hiciera en Perú 2004 y curiosamente con los mismos rivales enfrentados por el trofeo.