Bolivia asiste con nueva sangre y refuerzo de veteranos

Enviado por bielo el Jue, 21/06/2007 - 14:56
El seleccionado absoluto de Bolivia asiste este año a la Copa América de Venezuela con gran parte de sangre nueva en sus filas y el refuerzo de algunos veteranos, entre ellos el propio director técnico y símbolo del grupo, Erwin Sánchez.

El nuevo seleccionado ha dejado casi definitivamente, con la excepción del veterano Juan Manuel Peña, la generación del Mundial 94 y se dirige a conformar un grupo que supere la constante queja de los aficionados, de que "juega como nunca y pierde como siempre".

Sánchez, que dirige la selección desde octubre de 2006, ha cambiado -y mucho- la estructura del representativo, que se nota tanto en la defensa como en la delantera, por los nombres que muchos aficionados están recién acostumbrándose a escuchar.

Lo más notorio es la ofensiva, tanto por la juventud de los elegidos como por la cantidad que ha convocado Sánchez: seis delanteros netos, a diferencia de los no más de cinco que eran llamados en los anteriores procesos futbolísticos bolivianos, quizá como reflejo de lo que el técnico pretende dar a los equipos en los que jugó: goles como los que él hizo con un potente remate, temido por arqueros de aquí y de allá.

De los arietes seleccionados, destaca Juan Carlos "El Conejo" Arce, que desde el año pasado fue contratado por el Corinthians de Brasil, tras un exitoso paso por el Oriente Petrolero, subcampeón del último campeonato Clausura boliviano.

Arce, que ha aumentado su delgado físico natural, llega a la Copa América tras recibir un merecido Premio Mayor, que otorga el diario "El Deber" al más destacado futbolista boliviano de la anterior temporada.

También fueron llamados Diego Cabrera, goleador del torneo con 14 anotaciones para el Aurora, y el moreno Augusto Andaveris, once veces vencedor de los porteros rivales en el sorprendente equipo de La Paz Fútbol Club, con el buen olfato que también tienen Pablo Salinas (The Strongest) y Nelson Sossa (Wilstermann).

Con ellos, el técnico Sánchez ha pedido el "refuerzo" del veterano Jaime Moreno, rejuvenecido con nuevos goles para el DC United en la última temporada de la MLS, donde fue pareja del internacional Marco Antonio "El Diablo" Etcheverri.

Además, el cuerpo técnico de Bolivia ha decidido acudir a centrocampistas con vocación del arco rival, como los casos del juvenil Jashmany Campos, del Oriente; de Darwin Peña, del reciente campeón Real Potosí, y de Gualberto Mojica, parte de la nueva generación de futbolistas bolivianos ahora en el Paços Ferreira portugués y uno de los siete legionarios convocados este año.

En el centro del campo, el cuadro boliviano volverá a contar con el casi exquisito juego de Joselito Vaca, casi tan diminuto como su nombre pero hábil con el balón y de mirada alta para dosificar la entrega cuando cree conveniente y que, por eso, seguramente será el conductor de la selección que intentará sorprender a los más encumbrados de la región.

Vaca será acompañado de Ronald García, del Aris de Grecia, uno de los más regulares centrocampistas del fútbol boliviano, que antes ha paseado su estilo en la segunda división de Italia.

En esta ocasión, la selección del país andino-amazónico tendrá una cuota de "cancerberos", reflejados en la presencia del duro Leonel Reyes, procedente del Bolívar y sin miedo a nada, y de Gonzalo Galindo, uno de los más dúctiles futbolistas bolivianos de la última época, ahora en el The Strongest, que tanto es implacable marcador, como distribuidor de pelotas y también anotador ante la valla rival.

En la defensa, el técnico ha hecho casi lo mismo que en la delantera. Renovó la mayor parte de los integrantes conocidos en la última década y les dio un "apoyo" de experiencia, que tanto harán de freno a los intentos de los delanteros rivales como de aporte a la creatividad de los centrocampistas, diferente a la convicción anterior.

Entre los novatos defensores de la selección boliviana están Luis Torrico, del Bolívar, y Pedro Zavala, el único elegido del Universitario de Sucre, que se desplazan muy bien por las bandas, acompañados en el centro por Sacha Lima y Limbert Méndez, ambos del Wilstermann, los que quizá compartan su cartel con los también nuevos Edemir Rodríguez (Real Potosí) y Jorge Ortiz (Blooming).

Para darles apoyo y confianza a los novatos siguen siendo parte de la camiseta "verde" han llegado Juan Manuel Peña, que ha culminado su relación con el Villarreal de España, junto a Ronald Raldes, del Rosario Central argentino, y Lorgio Alvarez, ahora en el Cerro Porteño paraguayo.

En este sector es quizá donde se nota la mayor ausencia del equipo, la del diminuto pero habilidoso Luis Gatti Ribeiro, ahora en el campeón Real Potosí, que ha recobrado este año su capacidad de desequilibrar a cualquier defensa contraria con sus impredecibles zigzagueos y diagonales en veloz carrera hacia el arco rival.

Además, muchos periodistas creen que al cuadro debió retornar el internacional José Alfredo Castillo, goleador del mundo en 2001 que sigue luchando en el Oriente por ganarse la titularidad.

Una de las cosas desacostumbradas medidas que ha tomado Sánchez es la convocatoria de sólo dos porteros: Sergio Galarza, del Oriente Petrolero, y Hugo Suárez, del Wilstermann.

El técnico que sólo tiene la experiencia de ocho meses al frente del Boavista portugués (2003-2004), ha dicho que confía en ambos por el buen momento que han exhibido en el último certamen local, pero admite que rezará para que nada les suceda a ninguno en el camino final a Venezuela 2007.

Con ese grupo, Bolivia quiere dar un salto en su evolución futbolística y comenzar una nueva época, con satisfacciones a sus 9,5 millones de habitantes, de las pocas que ha podido obtener en el torneo continental.

La promesa dada de los directivos de la Federación Boliviana de Fútbol, de proveerle más tiempo para entrenamiento con los jugadores y más partidos de práctica, no se ha cumplido completamente. En el periodo octubre 2006-mayo 2007, apenas cuatro encuentros, ante El Salvador (5-1), en La Paz; el Sudáfrica del brasileño Carlos Alberto Parreira (0-1), en Johannesburgo; ante Irlanda con un valioso empate (1-1) en territorio estadounidense y anoche un empate sin goles frente a Paraguay, en Santa Cruz.

La presencia de Sánchez es más que la de un experto entrenador sino el depósito de una esperanza, frecuentemente defraudada, que los bolivianos esperan sea el rédito de que su equipo esté nuevamente en el Campeonato Mundial de Sudáfrica 2010.

La selección boliviana participó en 22 ediciones de la Copa América, en la que debutó en 1926 y quedó última tras cuatro derrotas.

Fue campeona sólo una vez, en 1963, con un equipo que es recordado con honores, y subcampeón en 1997, detrás de Brasil, ante el que cayó (1-3) con única diana de su actual entrenador, en ambos casos cuando el torneo se disputó en su propio territorio.

En todas sus intervenciones, jugó 103 partidos, en los que marcó 97 goles y encajó 257 dianas de sus rivales.