AUCAS, la gloria de los segundos tiempos

Enviado por robert el Sáb, 22/07/2017 - 12:58

Fue el 23 de junio de 1946, cuando Aucas caía 0-2 ante Gimnástico al terminar el primer tiempo. En el segundo tiempo empieza la historia de su idolatría al derrotarlo por 3-2.

 

Después vino el 6 de febrero de 1949 cuando Aucas tras ir perdiendo 4-0 ante el poderoso Deportivo Caldas de Colombia, tuvo una reacción inolvidable y empató 5-5 con goles de Maldonado, Acevedo Garnica, Pozo y Montenegro.

 

El 28 de mayo de 1949, Aucas caía 1-4 ante Emelec que empezó a sobrarse, sin percibir que después vino el calvario, porque Aucas en los últimos 25 minutos empató 4-4, goles de Cevallos, Gavilanez y Acevedo (2).

 

Y finalmente, solo para citar 4 ejemplos y aunque han pasado 68 años, de estas hazañas, Aucas recuerda su historia y épicas jornadas, al ganar un partido ante el Gualaceo por 4-3, el 4 de junio del 2017, remontando un marcador adverso en la segunda parte, para imponerse al término de electrizantes 94 minutos, con goles de Johan Cortez (31 min), Bryan De La Torre (40), Alex George (89) y Edson Montaño (91).

 

Entonces la gloria de los segundos de Aucas, es una característica de toda una vida. No es un accidente de hoy ni un postulado de ayer, es una realidad que se lleva en la sangre, en la camiseta, en el alma. Ese fuego permanente, la solidaridad y las transiciones perfectas de defensa hacia medio campo, cuando ofrendan su vida por salir victorioso, son cualidades que crecen, conforme pasan las finales del durísimo campeonato de la serie B.

 

Y así, con calma, trabajo y seriedad, la exitosa administración de Danny  y Gregory Walker, va consolidando una estructura de equipo grande, con responsabilidad y proyectos atrevidos. Osvaldo Darío Tempesta, el DT argentino, ha removido el concepto competitivo de los jugadores y los ha transformado en feroces guerreros que siempre van para adelante en procura de los victorias.

 

Deseamos fervientemente que en este campeonato “B”, Aucas muestre su poderío, que no solo se basa en el talento incomparable de sus jugadores, sino que supere la eficaz organización, sobre la base del  poderío espiritual. Y si a ese elemento intangible, pero decisivo a la hora de la verdad, sumamos una gran preparación física y mental, asimilando estrategias y tácticas, solamente ahí sabremos a qué estamos jugando.

 

La idea de tener una identidad no es una quimera. Que tenga dos laterales que se proyecten con convicción. Que los volantes de creación le aporten mayor despliegue físico al conjunto. Los delanteros, que sean más potentes.

 

Que cuando venga la marca a presión, salga la inspiración como arma para el desequilibrio. Es decir, ahí deben asomar los laterales, volantes, e incluso la solidaridad de los delanteros, que poniéndose el overol, sean los auténticos obreros de la victoria, marcando, asfixiando y derrochando entusiasmo y calidad.

 

Un buen funcionamiento colectivo no se logra únicamente con grandes figuras. El esfuerzo de todos y la contextura con refuerzos de nivel, como los seis efectuados para la segunda etapa, sepultará las deficiencias que se pueden presentar por lesiones o expulsiones.

 

Falta el predominio del fútbol espiritual que puede exhibir Aucas en calidad de visitante. Lo de América es un buen termómetro, la victoria por 2-1, inolvidable por el fantástico final, es un gran incentivo para comprobar que afuera se puede ganar la clasificación a la serie de los grandes.

 

Es decir la oro y grana  que tiene jugadores de buena técnica, debe imponer su ritmo y precisión, debe contar con jugadores que derrochen magia, aquella que llevan en la sangre, cuando sienten la presión de la adversidad. ¡Solamente ahí sabremos si aquel sueño de miles de auquistas se puede convertir en realidad!

 

Por: Gonzalo Melo Ruíz