Llegó el día de las vacas flacas a Sociedad Deportiva Aucas. Los jugadores sacaron a relucir su bronca y les dijeron de todo a los dirigentes, subrayando la falta de palabra y una escasa comunicación. Lo que ha sucedido en esta semana, es el reflejo de los malos momentos del fútbol ecuatoriano, de todos dimes y diretes, que han causado resentimientos, declaraciones altisonantes y al final, una herida que sigue sangrando y que puede restañarse mediante el diálogo de hombres y de personas maduras que deben convivir con los momentos duros del fútbol ecuatoriano.

El poco respeto de algunos jugadores hacia sus dirigentes, denunció la crisis interna económica, que apareció desde hace dos meses atrás, con cifras moderadas, pero claves en la vida del profesional del fútbol.

Y como respuesta a esas quejas, vino la reacción de los dirigentes, quienes ripostaron que los pelafustanes de siempre, por juicios ganados, se cobraron los dineros que correspondían al pago mensual de jugadores. Que los sponsors tienen dificultades en el pago de publicidad por el mal momento económico que vive el país.

Entonces, la hinchada que ha apoyado mínimamente, debiendo llenar el estadio del sur, apoyando así la campaña exitosa que tiene hasta el momento, debe reflexionar sobre el aspecto económico. Las taquillas en el estadio “Gonzalo Pozo Ripalda” contribuyen en un gran porcentaje al presupuesto anual de la institución.

El momento actual exige comprensión de las dos partes. El diálogo calmará los fuertes vientos que hoy tratan de llevarse el trabajo de tres años, en los que hubo entrega, sacrificio y lealtad.

Aucas por su campaña, tras superar el fantasma del descenso, debe pensar en la participación de un evento internacional. Debe esforzarse al máximo para terminar con dignidad y honestidad.

Tras la reestructuración de la segunda etapa, con la contratación cuerpo técnico y seis jugadores, vino el crecimiento del presupuesto y con ello, hoy vemos las dificultades. Y con esta decisión vienen los buenos resultados. Los pagos se cumplirán y serán básicos para terminar bien este año, defendiendo la categoría y participar en el evento internacional.

La actitud del jugador la vamos a ver mañana, en el superclásico ante LDU.Q. Es hora de volver a la etapa de humildad, con resultados y entrega.

Reconociendo los errores de parte y parte, mañana, que no se piense en el dinero, que se juegue con el corazón a 200 Km por hora, que se piense que la camiseta del Aucas ha sido el orgullo de los quiteños, que será gloriosa hoy mañana y siempre. Que la hinchada, lo acompañe hasta fin de año. Ojalá sea así.

Por: Gonzalo Melo Ruíz