Aucas, frotó la lámpara y apareció el genio

Enviado por robert el Lun, 10/08/2015 - 10:57

Fue un concierto de frac amarillo. Cierre majestuoso del superclásico 101, con show, goles y el festejo interminable de al menos catorce mil hinchas, los auténticos, que vitorearon a los ídolos que ofrecieron una demostración inolvidable de contundencia. La  fiel y querida hinchada, de Aucas, aquella que alienta con el corazón y puja con el alma, al final ondeó sus banderas en señal de júbilo y orgullo.
   
Aquellas pinceladas del mejor velocista del país, Jairo Padilla,  coautor del mejor gol de la fecha, cuando apiló las veces que quiso a los rudos zagueros de Liga, entregando el banquete a Juan Carlos Villacrés, el luchador del área, que se llenó de gol con espectacular derechazo, cerrando con locura un partido histórico, no solo por la entrega y solidaridad del equipo querido, sino porque se ganó al campeón de la primera etapa con su constelación de estrellas, que en la cancha mordieron el polvo de la derrota ante un equipo que tuvo solidaridad, dignidad y principalmente una fe inquebrantable de triunfo

El golazo de Juan Carlos Villacrés, inolvidable por su concepción y talento a los 88 min, deja sin aliento a los 4.000 hinchas blancos, que además, vieron las diabluras de Edison “Maciste” Carcelén (37 min) quien reemplazó con casta y calidad al lesionado Horacio Salaberry, y el fogonazo del rutilante e indescifrable Alex Bolaños (45 min) que cerró exitosamente la primera parte del concierto del año, fueron el mejor argumento para pensar en la victoria final.

Aucas definió su peso técnico-táctico, argumentando con hechos la significación y la influencia de su espectacular performance. Con un primer tiempo impecable, con fútbol de filigrana, transición definida entre volantes y delanteros, sacrificio y despliegue con escalonamiento maduro y apropiado, se convirtió en el protagonista de un superclásico inolvidable.

Solo al final, la gente alzó sus manos hacia el cielo en señal de agradecimiento, junto a sus banderas, compañeras inseparables de las glorias orientales.  Epílogo inolvidable de la jornada. Antes, rapidez, contundencia y solidaridad, para fabricar los goles que fueron elaborados con talento y convertidos con el alma.

Ahí estaba el gusto por el fútbol y la pasión de los hombres que lo juegan. El vigor del esfuerzo y el color que lo rodea para hacerlo más visible. La magia de las camisetas amarillas y la actitud profesional que los apuntala.

En todo el partido, explosión y júbilo, la impresionante demostración de poderío ofensivo quedó escrita con letras de oro, como el color mismo de su camiseta.

Era el momento propicio para mostrar las virtudes y la esencia del equipo que aspira a volver en el 2016, a su antiguo trono, a la serie de los grandes, donde siempre debe estar.

Eso de utilizar con criterio la pelota, ganando en anticipo, imponiendo un escalonamiento con orden y precisión, marcando los tiempos de la brega, exhibiendo un ritmo imponente y estremecedor, obligaron al repliegue del visitante que sorprendido y sin reacción, soportó en el tiempo de apertura, dos goles, con quince minutos de nocaut, esos que le dejaron paralizado y sin reacción.

De ahí en adelante todo fue un espectáculo. La pausa, el orden, las paredes cortas y desconcertantes, el golazo del “Maciste “Carcelén que se detuvo en el tiempo y con perfecto cabezazo con una maestría propia de los grandes puso el primero de la tarde.

El concierto de apertura fue emocionante. La prolijidad en defensa, medio campo y ataque de Aucas, fue lo mejor del inolvidable encuentro. Entonces, el fútbol que nos gusta, a todo ritmo, de frente, devastador y fulminante quedó escrito con laboriosidad, solidaridad, temple y talento.

Esta victoria reconfortante que penetró en el alma de los 14.000 asistentes, fue un llamado de apoyo, de respaldo de gritos ensordecedores que serán los que firmen el pacto de victorias y triunfos hasta fin de año,  del equipo más querido de Quito.
 
El espectáculo fue aplaudido de pie y las cometitas de verano (cinco en total) que volaron en el sur, tres de Aucas y dos de LDU.Q fueron atesoradas a boca llena, siendo el alimento de la semana, que se convertirá en la esperanza de triunfo para el próximo partido ante el hermano de patio, el Deportivo Quito.

Liga Deportiva Universitaria, que luchó hasta el final y atacó en forma atrevida y permanente, sintió los estragos de la presión infernal de Aucas y terminó con la dignidad de un grande. Con un penal errado por Narciso Mina y dos goles, uno del “Choclo” Quinteros  49 min (no hay peor cuña que la del mismo palo) y del “Cachete Morales 63 min, con libre impresionante e inolvidable, cayó luchando, junto a los variados argumentos de entrega y sacrificio, para llamarlo como hace 70 años atrás, el superclásico de ayer, hoy y siempre.

Aucas fue un soberbio espectáculo. El ingreso de Edison Carcelén, Ayrton Preciado y Nelson Lara  fortificó un esquema sólido y explosivo que manejó los hilos cuando todo era caliente en la última zona del expetrolero. Todo arriba, todo en la cumbre, todo expuesto a la inspiración individual y al mismo tiempo, al serio trabajo colectivo, a las ráfagas esperadas de inspiración, pero también al programa establecido.

Y si Aucas juega así con capricho, corazón y contundencia, los partidos que vienen llenos de dignidad y lucha inclaudicable, el concepto de jugar para ganar, será el mejor antecedente para retener la categoría y en el 2016, pretender un evento internacional. Así, como ayer, todo es posible.

¡Felicitaciones muchachos, así se ganan los partidos bravos y complicados!

FICHA TÉCNICA

S.D.AUCAS. Sebastián Blázquez; Cristian Hurtado, Horacio Salaberry (Edison Carcelén 29 min), Santiago Mallitasig y Darwin Suárez; Alex Bolaños, Jonathan De La Cruz (Nelson Lara 80 min)  Joao Rojas (Ayrton Preciado 66 min), Jairo Padilla; Víctor Estupiñán y Juan Carlos Villacrés.
Goles: Edison Carcelén 37 min, Álex Bolaños 46 min (penal) y Juan C. Villacrés 88 min.
TA: Edison Carcelén 47 min, Juan C. Villacrés 67 min, Alex Bolaños 86 min
DT: Carlos Ischia

LDU.Q. Alexander Domínguez; José Madrid (Juan Ignacio Cavallaro 58 min), Norberto Araujo, Luis Romero, Pervis Estupiñán;  Fernando Hidalgo, José Francisco Cevallos, José Quinteros, Diego Morales; Narciso Mina (Jonathan Álvez 72 min); Hólger Matamoros (Johnny Uchuari 82 min)
Goles: José Quinteros (49 min) y Diego Morales (63 min)
DT: Luis Zubeldía
TA: José F. Cevallos 34 min, Luis Romero 36 min, Norberto Araujo 47min y Johnny Uchuari 83 min.

Arbitro Central: Roddy Zambrano (buena conducción); A1: Christian Lezcano; A2: Luis González; 4to. Árbitro: Fabián Muñoz.

Por: Gonzalo Melo Ruíz