Aucas, reflexión y reconciliación
En la cálida Ibarra, Carlos Ischia, profundo conocedor del fútbol ecuatoriano busca, en forma inteligente, la reconciliación de un equipo que está herido de gravedad y que necesita urgentemente ese baño de verdad interno, entre los jugadores, para restañar las heridas, vendarlas y curarlas.
Faltan tres partidos para culminar la primera etapa y los jugadores están en la obligación de ganarlos, no de jugarlos, para salir de esa posición que a veces provoca comentarios negativos y poco alentadores.
Aucas debe volver a la competencia con fuerza, decisión y mente clara. Debe cambiar la monotonía anterior con un sistema diferente, donde el protagonismo sea la mejor carta de presentación de la nueva historia del equipo más querido de Quito.
Los jugadores saben que es la última oportunidad de honrar a una camiseta gloriosa, que sobrevive hasta ahora, pese a la serie de funebreros que aparecieron en épocas pasadas y que han incursionado en esta administración con documentos de cobro que aparecieron como arte de magia.
El trabajo físico y el gimnasio fortifican músculos y corazones. El nuevo plan de competencia está en pleno movimiento. Los que vienen son jugadores probados que tienen un buen pasar de trascendencia y competencia.
¿Cuál fue el motivo para la reingeniería? La respuesta es simple. Buscar en primer lugar la defensa de la categoría. La lista de refuerzos puede ser corta, pero tras el frío análisis se ha contratado lo indispensable.
Aucas debe tener más contextura, imagen, personalidad y actitud. Debe incorporar terapias de grupo como parte del trabajo semanal. La mente debe vencer barreras internas y transformarlas en fortalezas de triunfo. Debe ser el equipo ganador dentro y fuera. Debe ser el nuevo protagonista de la serie “A” en la segunda parte del campeonato.
La considerable inversión económica debe rendir sus frutos. Los errores de la primera etapa deben servir para mejorar el funcionamiento colectivo en los tres últimos encuentros.
La última palabra la tienen como siempre los jugadores que están en la obligación de matarse en la cancha y triunfar. No hay otro camino. Deben terminar la primera etapa con dignidad y fuera del fantasma del descenso. Será demasiado pedir victorias ante Universidad Católica, Liga de Quito y River de Ecuador? El reto está ahí. Ojalá lo puedan superar.
Por: Gonzalo Melo Ruíz