Aucas, el dolor de semana santa

Enviado por robert el Mar, 07/04/2015 - 18:40

Un primer tiempo de pesadilla, donde las intermitencias, dudas e imprecisiones fueron las características del desconocido Aucas, que nunca se ubicó, obligando al rechazo de los 5.000 hinchas que desafiando al frio, concurrieron al Fortín del sur, soñando con el domingo de la resurrección. El empate 2-2 fue el bálsamo para llegar a la casa, rumiando bronce y decepción.

 

Competitivamente es todo lo que tiene Aucas. La lucha, solidaridad y entrega exhibidas ante el equipo ambateño, son adicionales que surgen cuando el equipo quiere seguir luchando ante la adversidad.

 

Así lo vamos a ver en los siguientes once partidos. Con los desenchufes clásicos de la zona defensiva y las tragadas de gol inconcebibles, la débil contextura de equipo (sin jugadores de jerarquía) será el peor enemigo para llegar a estabilizarse en la serie “A”.

 

El gol maravilloso de Marvin Pita (20 min) que amagó tres veces en el corazón del área, tras banquete de Carmona, mientras zagueros y golero “volaron como ángeles en el cielo” (Blázquez, Ledesma y Salaverry) se comieron el finteo y cuando tuvo el balón en el blanco perfecto, la acarició de izquierda, logrando la apertura con una clase digna de un campeonato del mundo.

 

Apenas un minuto después del reinicio de la puja, vino la segunda (46 min) cuando la “Tuca” Ordoñez dejó sentado a Ibarra clavando el puñal en el área, que no tuvo respuesta local, pero si del visitante, que por acción de Carmona puso el 2-0.

 

Los nubarrones del sur presagiaban una gran tragedia. A los 46 se fue a la duchas Ibarra por condenable planchazo. Curiosamente, el “Ponchito” bajó los decibeles, se relajó para haraganear en el medio campo, lo que permitió el resurgir de Aucas que exhibió al “Loco” Abreu con dos goles reconfortantes, que fueron el bálsamo en el sufrimiento de la semana santa.

 

Aucas, en la complementaria se dejó el alma en la cancha. Fue una máxima para llegar al dramático empate que dejó un sabor amargo y se constituyó en preocupación para los miles de asistentes, que salieron tristes y meditabundos sobre el futuro del querido equipo.

 

Juan Ramón Silva, puso lo mejor. Se había caído de visitante y se pensaba en la resurrección. Los jugadores que entraron a la cancha pusieron alma y corazón, transpiraron la camiseta, disputaron cada balón como si fuera el ultimo del partido y, fundamentalmente, sumaron, difícil misión ante el corajudo Mushuc Runa, que perdonó la vida al ídolo, al no cerrar el encuentro siquiera con dos goles más.

 

Y ojalá que ninguno de los jugadores o miembros del cuerpo técnico, sigan con ese disco rayado de que “esto recién empieza” porque al final llorarán lágrimas de sangre.

 

Ante Mushuc Runa, Juan Ramón Silva, paró al equipo ideal. Les dio las indicaciones precisas, los mentalizó para disputar con temple el partido ante Mushuc. Les dibujó la manera de aprovechar las falencias defensivas del equipo visitante, es decir, todo estaba comprendido. Pero al final, los que fallaron después fueron los jugadores, que se olvidaron de todo  lo explicado en apenas 45 minutos, cuando entraron al descanso con un incomprensible 1-0 (golazo de Marvin Pita) que jugó a las “aguantadas” ante las barridas ridículas de Blázquez, Ledezma y Salaverry.

 

En la complementaria, la reprimenda de Silva surgió efecto, ya que el equipo tuvo ideas, dominó el partido, marcó los tiempos para atacar y defenderse y cuando muchos abandonaban el estadio vino la inspiración del Sebastián Abreu que salvó a Silva de la crucifixión de semana santa.

 

Los extranjeros Sebastián Blázquez, Juan Marcarié y Horacio Salaverry, con saldo en contra, quedaron debiendo, por su modesta actuación. No así, Abreu, que en la zona de nervios, tras espectaculares asistencias de Juan Carlos Villacrés, puso la calma,  dominó el juego aéreo y puso los dos goles del agónico empate.

 

Lo mínimo que se espera de un conjunto que no se consolida, es que deje el alma en la cancha. De ninguna manera se puede repetir la paupérrima actuación que tuvo frente a Mushuc Runa. Un primer tiempo sin actitud, sin ideas y con una falta de compromiso muy alarmante para lo que se estaba jugando. Hay que estar unidos y redoblar el esfuerzo para lograr el objetivo, especialmente cuando se juega de local.

 

Aucas, para cumplir el sueño de quedarse en la serie grande, debe estar bien mentalmente. Si el sistema no funciona, será de insistir en otro, si hay dudas, la evaluación debe ser el mejor termómetro para evitar suspicacias.

 

Y si los chicos  no llenan el nivel competitivo de la serie grande, no hay que sacrificarlos, no hay que exponerlos al ridículo, porque después la hinchada iracunda, agredida, como el domingo 5 de abril del 2015, con la venta tardía de entradas, reaccionará pidiendo la cabeza de todos.

 

Y lo que es más, no se vendieron más entradas por una decisión de la empresa que vende, imprime y cobra por los boletos requeridos. Si es que hay respeto a la hinchada, deben explicar esta agresión a los hinchas que se quejaron por las otras anomalías registradas.

 

FICHA TÉCNICA

 

SD. Aucas: Sebastián Blázquez en el arco; Miguel Ibarra (expulsado), John Jairo Garcés, Horacio Salaberry, Omar Pilataxi (Juan Carlos Villacrés); Nelson Lara (Edwin Méndez), Santiago Mallitasig, Jairo Padilla, Juan Marcarié; Ángel Ledesma, Sebastián Abreu (Christian Hurtado).

Goles: Sebastián Abreu (66 y 75 min)

DT: Juan Ramón Silva

 

Mushuc Runa: Fernando Fernández en el arco; Jonathan Delgado, Argenis Moreira, Christian Cellay, Isaac Mina, Jorge Folleco; Gian Carlo Carmona, Lenin Porozo, Marwin Pita (Wellington Sánchez); Juan José Govea (Carlos Moyano) y Félix Borja (Roberto Ordóñez).

Goles: Marvin Pita (20 min) y Gian Carlo Carmona (46 min).

DT: Sixto Vizuete.

 

Por: Gonzalo Melo Ruíz