Cuidar a los “Gallitos de Pelea”
Luego de mirar el torneo sudamericano Sub 17 a través de la televisión, mientras escucho hermosa música y, vibrar con la actuación del equipo ecuatoriano que en tres partidos ha dado cuenta de los combinados nacionales de Argentina, Chile y Bolivia y, ha logrado con ello, clasificarse al sextangular final del torneo y mirar con posibilidades una mejor ubicación -que incluso- le permite disputar un puesto para el mundial de la categoría, los aficionados que amamos a este maravilloso deporte, como es mi caso, nos vuela la imaginación hacia aquellos años de nuestra juventud, cuando el alma amateur predominaba en los actores principales del balompié ecuatoriano, ya que, el profesionalismo llegó años después.
Jóvenes, la mayoría con “caras de niños” todavía, jugando con la pelota como si fueran verdaderos “maestros” que seguramente ganan cantidades de dinero que, estos chicos ni se lo imaginan siquiera pero, que se entregan en la cancha -con el amor propio de su ingenuidad y honestidad deportiva- en defensa de los colores de su querido Ecuador. Los años que han estado en manos de un técnico ecuatoriano, les ha servido para dejar sin explicaciones a entrenadores, jugadores y aficionados, no solo del país, sino de otros países del mundo, tanto así, que conocemos que existen “veedores” de varios equipos prominentes del planeta fútbol, para ficharlos para sus planteles.
Todo esto me parece muy bien, ya que, eso significa que estos jóvenes valores tienen como obtener un futuro importante, dentro del ámbito del fútbol profesional a nivel mundial. Sin embargo, estos “gallitos de pelea”, como les he llamado, tienen que ser cuidados de la mejor forma, para que, debido a su corta edad, no sean producto de gente “ambiciosa” que existe alrededor de estos eventos y que hagan que los chicos sientan la “necesidad urgente” de separarse de sus familias y de sus clubes, porque tienen que cumplir con estos deseos que, siendo propios de cualquier ser humano, les pueden hacer un daño irreparable en su futuro cercano.
Ahora, más que nunca, deberían las autoridades que manejan el fútbol nacional en esta categoría, realizar un trabajo importante, para que con la presencia de profesionales en la psicología, trabajen con estas valiosas mentes aún jóvenes, para que todo lo que viene en el futuro inmediato, sea un continuar paso a paso, hasta que, seguros de la decisión que vayan a tomar, siempre en beneficio de cada uno de ellos, lo puedan hacer sin sobresaltos y, sobre todo, sin apuro de ninguna clase.
Que los jóvenes jugadores no caigan seducidos por los “cazadores de talentos” o por los “malos directivos” que solo desean obtener una gran “tajada”. Es hora para que intervengan también, los padres de los chicos, y que, conjuntamente con los profesionales en psicología como había establecido, les den un futuro promisorio y no les hagan perder esta gran oportunidad que Dios les ha tenido dispuesta en su corta vida. Recuerden que son chicos muy jóvenes, que para algunos mediocres directores técnicos que, lamentablemente, si tenemos en nuestro país, “no sirven para sus equipos”, mientras para otros, solo sirven para que la gente diga que algo han hecho a favor de las divisiones menores. ¿Qué ironía verdad?
No dejemos que este verdadero futuro del fútbol en el país, caiga en manos de tanto “malandrín” que pululan con el nombre de “directivos –algunos- o representantes”. Por último, mis queridos lectores, todo lo que acaban de leer, no se trata sino de mi opinión personal. Ojalá mis palabras sirvan para algo útil, y no, para que forme parte de un tacho de basura.
Por: Jorge García Romo