Después de cuatro carreras seguidas viendo como la ventaja que había acumulado sobre el alemán Michael Schumacher (Ferrari) mermaba peligrosamente, el español Fernando Alonso (Renault) se tomó el domingo un respiro en el Gran Premio de Turquía, en donde volvió a incrementar su renta, esta vez con sólo cuatro carreras para el final.

Fernando Alonso sintió un tremendo alivio el domingo en el circuito de Estambul cuando, tras una enconada lucha con su gran rival, cruzó por delante de él la línea de meta. El español ya llevaba demasiadas carreras a la estela del siete veces campeón del mundo y viendo como su botín cada vez era más pequeño.

Desde que en el Gran Premio de Canadá, disputado el 9 de junio, alcanzó su máxima ventaja sobre Schumacher (25 puntos), Alonso no ha parado de ceder terreno. Su Renault R26 dejó de avanzar, mientras el Ferrari 248 F1 mejoraba carrera tras carrera hasta convertirse en el bólido más poderoso de la parrilla.

Los 25 puntos de Alonso se convirtieron en 19 en Indianápolis, en 17 en Francia, en 11 en Alemania, en y en 10 en Hungría. El margen no dejaba de menguar hasta que el domingo la tendencia quedó rota en una nueva exhibición de pilotaje del asturiano, esta vez además ayudado por la salida a la pista del coche de seguridad.

Esa circunstancia le permitió adelantar a Schumacher en la calle de garajes, en la que el alemán tuvo que esperar pacientemente a que los mecánicos de Ferrari acabaran de acondicionar el monoplaza del a la postre ganador de la carrera, su compañero de equipo, el brasileño Felipe Massa.

Además, Alonso aguantó con calidad los ataques de Schumacher, que buscó cualquier hueco para tratar de adelantar al español. El campeón del mundo le cerró todas las puertas y condujo con inteligencia. Bajaba las revoluciones del motor de su coche en las zonas más reviradas y las abría a tope en la partes rápidas, lo que le permitió mantener a raya al alemán de Ferrari.

Faltan ahora cuatro carreras para el final, la primera de ellas dentro de dos semanas en Monza (Italia), un circuito en teoría propicio para las características de los Ferrari, ya que en él lo que prima es la velocidad, algo en lo que los bólidos rojos son ahora mismo superiores.

Sin embargo, Alonso cuenta con un factor a su favor: en Italia el campeón contará con una nueva evolución de motor, que prefirió no estrenar, como estaba previsto, en Turquía. Alonso utilizó en Estambul el mismo propulsor con el que corrió, y no acabó, tres semanas antes en Hungría, por lo que ya acabó su ciclo.

Por el contrario, Schumacher llevará en Monza el mismo motor que el domingo castigó en Turquía hasta la extenuación para tratar de cazar a Alonso. Esta circunstancia puede nivelar la balanza y equiparar las fuerzas entre los dos únicos candidatos al título.

Esta semana, entre el martes y el jueves, los equipos podrán entrenarse en el mismo escenario del próximo gran premio. En Monza, Alonso y Renault tratarán de alcanzar las mejoras necesarias para volver a plantarle cara al poder de Ferrari.

Desde el domingo, y de forma matemática, ya sólo son Alonso y Schumacher los pilotos con opciones de ganar el campeonato, ya que Massa, pese a ganar, ya no tiene opción alguna. Tiene 46 puntos de desventaja cuando quedan 40 en juego.