Ecuador: Penúltima sesión de una selección centrada y nada confiada.
Los ecuatorianos desarrollaron hoy la penúltima sesión de trabajo en Bab Kissingen antes de marcharse el próximo miércoles a Hamburgo para medirse al día siguiente a Costa Rica, un partido que afrontan muy centrados y nada confiados tras su importante victoria inaugural ante Polonia.
Prueba de que nada se ha dejado a la improvisación es que el equipo nacional ha cambiado de forma sustancial el programa de trabajo de las dos primeras semanas en Alemania y ahora concentra la preparación física en las primeras horas de la tarde para adaptarse al horario del partido (15.00 horas).
El combinado que dirige el colombiano Luis Fernando Suárez se ejercitaba antes en doble sesión, a partir de las nueve de la mañana y de las cuatro de la tarde, pero tras la importante victoria frente a los centroeuropeos, las mañanas están dedicadas a baños y masajes y la tarde al trabajo físico y táctico en las instalaciones del Hans Weiss Sportpark.
Armando Osma, segundo entrenador de Ecuador, recordó hoy que aún no se ha escrito ninguna historia, en alusión a la posibilidad de entrar en los octavos de final, con lo que intenta calmar a los eufóricos que ya ven a la selección con el logro conseguido.
El ayudante de Suárez, que compareció ante los numerosos medios de comunicación que sigue la concentración de la tricolor, comentó que al Mundial han llegado 32 selecciones muy buenas y no se puede despreciar a ninguna.
El técnico colombiano dijo de Costa Rica que tiene necesidades de ganar después de la derrota ante Alemania y que ello le obligará a tener más la posición de la pelota, algo de lo que Ecuador se puede aprovechar.
También aclaró que Ecuador no pretende efectuar un planteamiento conservador ante Costa Rica y que un equipo ofensivo es el que llega con cinco o seis hombres al ataque, no el que alinea a tres delanteros.
El defensa Iván Hurtado, capitán de la selección ecuatoriana, fue otros de los que hoy atendió a los periodistas y precisó que Costa Rica es algo más que Wanchope, aunque sea este delantero el más reconocido por los dos goles que le marcó a Alemania.
El jugador, fijo en el centro de la defensa para el profesor Suárez, reconoció que Ecuador debe ser práctico en este partido ante un adversario que está con la necesidad de buscar la victoria.
Sobre sus dolencias musculares, que le obligaron a retirarse antes de tiempo en el partido del pasado viernes frente a Polonia, explicó que no ha sido más que una contractura y gracias a Dios todo está bien, al igual que todo el plantel, y en perfectas condiciones para el partido.
Otro de los fijos en la selección, el centrocampista Edison Méndez, comentó hoy que el sistema de juego del Ecuador está definido, ya juegue con Brasil o Argentina, por lo que aseguró que no lo van a cambiar el próximo jueves.
El combinado suramericano tendrá mañana el mismo horario de hoy, con sesión de recuperación en el gimnasio por la mañana y trabajo físico y táctico por la tarde, aunque en esta ocasión será a puerta cerrada, ya que es la intención del seleccionador ultimar detalles del choque sin la presencia de curiosos.
El miércoles será el día destinado para el traslado a Hamburgo, que, al igual que cuando se hizo a Gelsenkirchen para el primer partido, se utilizará una base militar próxima desde donde partirá un avión chárter.
Una vez en Hamburgo, el equipo descansará en el hotel de concentración elegido antes de reconocer por la tarde el escenario del partido.