El Gran Premio de Gran Bretaña, octava prueba del Campeonato del Mundo de Fórmula Uno, consiguió hoy robar en Alemania, durante casi dos horas, el protagonismo casi absoluto que en estos días tiene el Mundial de fútbol en el país, principalmente por la presencia de su compatriota Michael Schumacher en la carrera de Silverstone.

Durante la mañana, las pantallas de televisión de las terrazas de los restaurantes y bares en Colonia cedieron durante unos instantes su imagen a la carrera de Inglaterra, en la que el alemán Schumacher era uno de los candidatos a la victoria.

Sin embargo, en esta ocasión y como ha sucedido en los tres últimos Grandes Premios, el siete veces campeón del mundo y sus seguidores vieron como el español Fernando Alonso ocupaba el escalón más alto del podio, mientras que el alemán debía conformarse con la segunda plaza.

Tras partir en la tercera plaza en la parrilla de salida, los seguidores de Schumacher sólo pudieron celebrar el momento en el que, tras un acertado segundo repostaje, su compatriota arrebataba la segunda plaza al finlandés Kimi Raikkonen, que finalmente fue tercero.

Después de la carrera de hoy, Schumacher ocupa la segunda plaza del Campeonato del Mundo de Fórmula Uno, a 23 puntos del asturiano Fernando Alonso, que lidera el certamen.

El fuerte calor reinante hoy en Colonia, con 28 grados, motivó que el consumo de bebidas en las terrazas, que estaban abarrotadas en una espléndida y ambientada jornada matinal de domingo, fuera continuo.

La ciudad de Colonia acoge hoy el primer partido de esta sede en la Copa del Mundo de fútbol, el que enfrentará a Portugal con Angola en el RheinEnergieStadion a Portugal con Angola del Grupo D, en el que también se encuentran México e Irán, que igualmente se enfrentan hoy en Nuremberg.