La selección ecuatoriana cumplió hoy su décimo día de estancia en la localidad bávara de Bad Kissingen y mañana partirá con los deberes hechos a Gelsenkirchen, donde el viernes disputará ante Polonia su primer partido en el Grupo A del Mundial de Alemania.

La concentración del combinado suramericano en tierras germanas se ha visto incomodada por algunas informaciones periodísticas que hablaban de enfrentamientos entre jugadores y otras desavenencias, pero todo ha sido desmentido por futbolistas y técnicos, quienes han insistido en la ilusión del grupo por dejar el pabellón del país bien alto en esta su segunda participación mundialista.

Hace cuatro años, cuando debutaron en el Mundial de Corea y Japón, Ecuador perdió en la primera fase ante Italia y México y le ganó a Croacia, algo que no valió para clasificarse para los cuartos de final.

En esta ocasión, una mezcla de veteranía -hasta nueve jugadores estuvieron en el anterior Mundial- y juventud hacen que el objetivo no sea otro que superar la fase previa, para la que clasifican dos equipos de los cuatro, por lo que habrá una lucha cerrada con Polonia, Costa Rica y la anfitriona Alemania.

El trabajo del combinado que dirige el colombiano Luis Fernando Suárez en Bad Kissingen ha tenido al frío y a la lluvia como enemigos, además de algunos jugadores mermados físicamente por diversas molestias, pero nadie ha querido poner excusas y todos coinciden en que la preparación ha sido satisfactoria y que actualmente los futbolistas se encuentran aptos para el partido.

Los ecuatorianos, que ensayaron esta tarde a puerta cerrada la estrategia y sobre todo las jugadas a balón parado, como anunció el ayudante de Suárez, Armando Osma, saldrán mañana temprano del hotel para dirigirse a una base militar de uso estadounidense desde donde volarán a Essen, ciudad próxima a Gelsenkirchen donde montarán el cuartel general en las horas previas al partido frente a los polacos.

Por la tarde, a partir de las 18.45 horas, los ecuatorianos conocerán el escenario del partido, el Aufschalke Arena, donde practicarán por espacio de unos 45 minutos en el primer y único contacto con el terreno de juego de este estadio antes el partido, fijado para las 21.00 horas del viernes.

Para entonces, la selección ecuatoriana ya sabrá el resultado de otro partido del grupo, el que inaugura el Mundial y que disputarán en Múnich Alemania y Costa Rica.

Luis Fernando Suárez ha dicho hoy que una victoria no aseguraría el pase a la siguiente ronda, ya que quedarán aún dos importantes y complicados partidos frente a Alemania, favorita del grupo, y Costa Rica.

También ha resaltado el seleccionador que un empate ante Polonia no sería un mal resultado, ya que significaría que aún están inmersos en la pelea de lograr una de las dos primeras plazas.

El técnico colombiano ha solicitado colaboración de la prensa para que trasladen a la población ecuatoriana energías positivas, ya que él está seguro de que el equipo nacional lo dará todo y se encuentra bien preparado para hacer historia, que no es otra que conseguir el pase a octavos.

El ayudante de Suárez, Armando Osma, se ha mostrado hoy convencido de que Ecuador marcará un mínimo de cinco goles en sus tres partidos de la primera fase y ha destacado que todos los jugadores llegan al debut bien preparados en el apartado de la física y en el de la estrategia y que sólo queda hacerlo en los próximos dos días en el aspecto mental.