Fernando Alonso vuela hacia su segundo título mundial, tras su victoria de este fin de semana en Montecarlo, y sigue cumpliendo sus sueños, como vencer en España y en la prueba más prestigiosa del mundial de Fórmula Uno, el Gran Premio de Mónaco.

El asturiano lleva una temporada envidiable con cuatro victorias, Bahrein, Australia, España y Mónaco, y tres segundos puestos, Malasia, San Marino y Europa, en la que sólo ha cedido seis puntos de los 70 posibles.

Lo peor para sus rivales, el alemán Michael Schumacher (Ferrari), a 21 puntos, y el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren) a 37, es la consistencia que están mostrando Alonso y Renault, que no se bajan del podio desde el 21 de agosto del pasado año en el Gran Premio de Turquía y no abandonan por avería mecánica desde el Gran Premio de Canadá, disputado el 13 de junio, es decir hace dos años.

Si Alonso y Renault son un dúo indestructible que cuenta a estas alturas del campeonato con cinco puntos más que el pasado año, la competencia sigue sin dar sensación de peligro, porque el Ferrari de Michael Schumacher depende mucho de los neumáticos para ser competitivo o no y el Mclaren de Raikkonen continúa teniendo muchas averías y ya pocas se puede permitir de aquí a final de temporada.

Si el pasado año Fernando Alonso se proclamó campeón del mundo a falta de dos Grandes Premios, ésta temporada el título puede llegar incluso con más antelación y podría ser antes de que la Fórmula Uno abandone Europa, en Italia el mes de septiembre.

Michael Schumacher ha vuelto por sus fueros en éste Gran Premio mostrando su peor cara al parar en la sesión de clasificación el coche en medio de la pista con el objeto de salvar su primer puesto en la formación de salida y evitar así que otros, sobre todo Fernando Alonso, le superaran.

Las críticas por su acción, que el piloto achaca a un simple error de pilotaje, han sido tan unánimes que en esta ocasión el alemán se ha quedado solo ante el peligro con la única defensa de los componentes de su equipos.

Sus compañeros piensan que es indigno lo que hizo y que debe presentar su dimisión como presidente de la Asociación de Pilotos de Gran Premio (GPDA) y así lo estudiarán y se lo pedirán en la próxima reunión que tendrán dentro de dos semanas en el circuito de Silverstone, escenario del Gran Premio de Gran Bretaña.

Michael Schumacher dudaba si prolongar su contrato con Ferrari, que finaliza esta temporada. La escudería está dispuesta a esperar el tiempo que haga falta sin presionarle, lo cual, además, está bloqueando el mercado de pilotos.

Kimi Raikkonen está dispuesto a abandonar Mclaren debido a las numerosas averías y su destino sería Ferrari, pero es difícil que lo haga si permanece Michael Schumacher.

Seguramente lo ocurrido el sábado puede hace reflexionar a Michael Schumacher, que ha vuelto a echar un borrón en su palmarés, y decida marcharse al finalizar la temporada con un más que posible subcampeonato del mundo por detrás de Alonso y no prolongar una carrera deportiva en declive.