El holandés Guus Hiddink consiguió su primera victoria (2-0) al frente de la selección rusa, al derrotar a Estonia, en un partido que no se resolvió hasta el tramo final, cuando marcaron Pogrebnyak y Sychov, que entraron en el segundo tiempo.

La entrada en el campo de estos fue providencial, ya que fueron los que consiguieron abrir el cerrojo planteado por Estonia, con sendos goles en los últimos diez minutos.

Esta victoria es vital para Rusia, que cosechó sendos empates en sus dos primeros partidos de clasificación frente a Croacia e Israel, que integran junto a Inglaterra, Macedonia y Andorra el Grupo E.

Hiddink sorprendió con el once inicial, en el que no fue incluido Pogrebnyak, el mejor jugador del último partido contra Israel y el gran descubrimiento del holandés desde que llegó a Rusia.

Al jugar en San Petersburgo, Hiddink apostó por el dúo atacante del equipo local el Zenit -Arshavin y Kerzhakov-, que no llegaron a crear ninguna ocasión clara de gol en los primeros 45 minutos, a pesar de que el dominio de Rusia fue total.

Es más, en el primer tiempo los delanteros estonios dispusieron de hasta tres ocasiones francas de gol, pero en la primera el delantero Oper regaló el balón al portero ruso al disparar flojo (m.15).

El mismo Oper pudo inaugurar el marcador con un disparo desde la esquina del área, pero el balón rozó el poste de la portería defendida por Akinféev (m.33).

A la vista de lo ocurrido en la primera parte, Hiddink decidió cambiar el rumbo del partido, sustituyendo a Kerzhakov por el corpulento Pogrebnyak, tras lo que los 22.000 aficionados que llenaron las gradas vieron a otra Rusia: mucho más agresiva.

El primer ataque de la segunda mitad culminó con un tiro cruzado de Arshavin que golpeó el poste derecho de Poom (m.46) y seguidamente Bystrov golpeó desde el interior del área grande, pero el meta estonio desvió el balón (m.49).

Otra vez Arshavin probó fortuna desde unos 25 metros, pero el guardameta estonio, que milita en el Arsenal inglés y fue el mejor del equipo, volvió a demostrar sus reflejos (m.50).

La presión de Rusia se hacía cada vez más fuerte y todo indicaba que el muro defensivo báltico caería en cualquier momento.

Poom logró rechazar un potente tiro de Bystrov (m.52), pero fue incapaz, segundos después, de despejar un cabezazo de Pogrebnyak que, por fortuna para lo estonios, golpeó el travesaño.

Hizo falta que pisara el césped Sychov (m.74), en su debut en la era Hiddink, para que Rusia espantara todos los fantasmas sobre su supuesta fragilidad.

El atacante de Lokomotiv Moscú estuvo cerca de marcar ya en su primer toque del balón, pero Poom respondió con una parada espectacular (m.75).

El primer gol de Rusia fue fruto de una combinación de manual: Sychov penetró en el área por el centro, pasó a Titov, quien de un fino toque envió el balón hacía el punto de penalti, donde Pogrebnyak golpeó de primera con la zurda, haciendo inútil la estirada del guardameta estonio (m.78).

Tras este gol, el tridente atacante de Rusia -Pogrebnyak, Sychov y Bystrov- no dio respiro a la zaga estonia, que se rindió en el último minuto del partido, cuando Sychov aprovechó un servicio de Titov para sorprender a Poom con un tiro cruzado desde unos 20 metros (m.90).

Rusia viajará a Macedonia el próximo 15 de noviembre, en un partido vital para el equipo de Hiddink, que cuenta con un mes para decidirse, de una vez por todo, por el once inicial.

SÍNTESIS DEL PARTIDO:

Rusia (2): Akinféev; A.Berezutski, Ignashévich, V.Berezutski; Anyukov, Aldonin (Sychov, m.74), Titov, Bystrov, Bilyaletdínov (Saenko, m.90); Arshavin, Kerzhakov (Pogrebnyak, m.46).

Estonia (0): Poom; Allas (Purje, m.80), Jaager, Stepanov, Piroja, Kruglov; Dmitrijev, Klavan, Terehhov (Sidorenkov, m.80); Teever (Gusev, m.80), Oper.

GOLES: 1-0: Pogrebnyak (min 78); 2-0: Sychov (min 90).

ÁRBITRO: Eric Braamhaar (HOL). Expulsó por tarjeta roja al estonio Piroja (m.89). Amonestó con tarjeta amarilla al ruso A.Berezutski (m.88) y a los estonios Jaager (m.45), Kruglov (m.56) y Stepanov (m.72).

ESTADIO: Tercer partido de clasificación para la Eurocopa 2008, Grupo E, disputado en el estadio Petrovsky de San Petersburgo ante unos 22000 espectadores.