Ecuador igualó con la verde amarelha en un partido lleno de fútbol en el Atahualpa
La tarde en Quito se abrió para recibir la fiesta del fútbol. A las 14h00, dos horas antes del inicio del Ecuador - Brasil, hubo un chaparrón que parecía anunciar lluvia, sin embargo, para las 16h00 el astro rey hacía relucir el amarillo tricolor en las gradas del Atahualpa, en un marco sensacional de color y alegría.
Ecuador saltó a la cancha con José Francisco Cevallos; Néicer Reasco, Iván Hurtado, Giovanni Espinoza, Walter Ayoví; Joffre Guerrón, Antonio Valencia, Segundo Castillo, Edison Méndez; Christian Benítez y Felipe Caicedo.
Los de Dunga lo hicieron con: Julio Cesar; Maicon, Lucio, Luisao, Marcelo; Elano, Felipe Melo, Gilberto Silva, Ronaldinho; Luis Fabiano y Robinho.
En el primer minuto la tricolor tuvo su primera llegada a área verde amarelha, Walter AYoví se descolgó por su carril, amagó un regate y se sacó su marcador, pero su centro al corazón del área no encontró rematador.
Por el costado derecho también arrimó peligro la tri, cun un potente Joffre Guerrón, seguido de cerca por Luis Antonio Valencia, quien finalmente fue titular a pesar de las dudas que generó durante toda la semana. Precisamente tras una jugada por derecha le quedó un balón de sobrepique a Chritian Benítez, quien remató bajo de media vuelta, y se encontró con Julio Cesar.
Brasil tuvo una sola llegada en los primeros quince minutos, pero fue clara, tras un avance por el centro de Ronaldinho que avanzó sin marca por unos veinte metros y sacó el pase abierto, cuando le salía la marca, para un Marcelo que remató de primera y de zurda pero ligeramente ancho sobre el poste izquierdo de Cevallos.
La más clara para Ecuador llegó antes de los quince, tras otro toque entre los más brillantes de Ecuador hasta ese momento, pues todo el fútbol de la tri pasaba por Mëndez, Benítez, Valencia y Guerrón. Tras otra pared ecuatoriana el balón quedó para Benítez, quien se movía por todo el frente de ataque, y recibió una falta al borde del área recostado sobre el lado izquierdo del ataque nacional.
El ejecutante fue Edison Méndez, quien le pegó fuerte abajo, Julio Cesar concedió rebote y Joffre Guerrón apareció solo a dos metros de la línea de meta, remató un poco incómodo pero muy débil al centro del arco donde Julio Cesar volvió a salvar su portería.
Fueron veinte minutos de un fútbol realmente brillante de la tricolor, que atacó con claridad por los dos costados, quizá un poco más por el costado de Guerrón y Valencia. Tras una jugada de toques sucesivos y rápidos, la defensa brasileña no atinó a sacar la pelota de su área, al final le quedó para la pierna derecha al "mortero" Castillo y el remate furioso del volante ecuatoriano se estrelló en el vértice del arco de Julio Cesar. Ecuador, sin duda, merecía ya estar en ventaja.
Dos minutos más tarde, tras una salida rápida de los tricolores, Méndez puso un pase largo a la izquierda al que llegó Ayoví, hizño una gambeta larga y se sacó a su marcador, sacó un centro atrás que tocó con las justas Benítez y Felipe Caicedo recibió el balón, se dio media vuelta y sacó un remate bajo de derecha que pareció colarse en el esquina inferior izquierda de Julio Cesar pero que salió ancho.
La tri sintió el esfuerzo y tras varios minutos de vértigo y espectáculo el juego se diluyó. Brasil encontró un poco de espacio para respirar y acercó un par de llegadas al área ecuatoriana. De todos modos, los multimillonarios Robinho y Ronaldinho, nunca lograron hilvanar una jugada de real peligro. Al contrario, fue en dos fallas en la salida ecuatoriana, que Brasil tuvo ocasión de sacar un par de remates a puerta que se perdieron a los costados del arco de José Francisco.
Brasil perdió por lesión a Maicon en un centro de la derecha que no parecía traer historia. El brasileño fue sustituido por Dani Alves.
Al final del primer tiempo Ecuador se fue al descanso con un cero en el marcador que fue mucho castigo para su juego brillante, y mucho premio para un Brasil que lució perdido en la cancha del Atahualpa.
Los equipos no realizaron variantes para el inicio de la segunda mitad. Las dos primeras jugadas para Ecuador estuvieron en los pies de Guerrón, primero en un remate de larga distancia que se perdió muy lejos y luego en un avance por derecha que terminó en una aparente obstrucción de Lucio que no existió y que no pitó Chandía.
A los cinco minutos Guerrón, otra vez por derecha, recibió y sacó un centro casi sobre la marcha al que llegó Caicedo de palomita, pero que se quedó en manos de Julio Cesar.
Un par de minutos después tras un pase largo de Castillo, el chucho Benítez peleó y ganó el balón, pisó el área y su remate de izquierda se perdió sobre la portería brasileña.
A los doce, tras un avance de Luis Antonio Valencia de unos veinte metros por el centro, en los que se sacó dos veces la marca de Elano, finalmente cedió la pelota a Benítez, quien pareció iba a alargar hacia izquierda pero finalmente sacó un remate que se perdió ancho a la izquierda de Julio Cesar.
Poco antes de los quince el gol pareció estar en los pies de Espinoza, el central ecuatoriano estaba en cancha de Brasil y sacó un remate que Julio Cesar alcanzó a rozar y pegó en las mallas laterales cuando todo el estadio ya gritaba la conquista.
Y a los dieciséis Brasil tuvo el gol, encontró mal parada a la zaga ecuatoriana y Luis Fabiano recibió solo por el costado derecho, pero su remate encontró la figura de Cevallos, para tranquilidad de todo el Ecuador.
A los dieciocho fue otra vez Guerrón, cuando Brasil salía de su área Ayoví puso un pase largo y cruzado a espaldas de los verde amarelhos, el que pareció y recibió solo fue Guerrón que remató fuerte ante la salida del portero, pero otra vez Julio Cesar la envió al tiro de esquina.
A los veintisiete enmudeció el estadio y el país. Julio Baptista, que había entrado un par de minutos antes, recibió muy solo en la derecha un pase de Robinho, Ayoví, el marcador izquierdo, aún no volvía a su posición, y aunque Espinoza trató de cerrar, Baptista sacó un remate bajo que pegó en la base del poste izquierdo de Cevallos, y tras pegar en la espalda del golero se metió en el arco ecuatoriano. ¡Qué injusto es el fútbol!
Vizuete hizo su primera variante, Christian Noboa ingresó en sustitución de Joffre Guerrón. Brasil se insinuó otra vez en un remate de un tiro libre de unos veinticinco metros de Fabio Melo, que Cevallos pudo enviar al corner.
Luego Ecuador tuvo dos tiros libres de peligro al borde del área brasileña, en ambas ocasiones cobró Walter Ayoví, y también en las dos ocasiones elevó demasiado su remate.
Brasil tuvo el segundo en una jugada muy parecida, otra vez salió el pase desde la izquierda, una vez más el marcador, Ayoví, no estaba en su sector, y Luis Fabiano recibió solo, su primer remate encontró otra vez las manos de Cevallos, y el segundo, afortunadamente, pegó en el poste ecuatoriano.
En esos minutos de nerviosismo e impotencia parecía que otra vez se iba a cumplir esa definición del fútbol que se dice en el argot de este hermoso deporte: "el fútbol es un deporte que se juega con un balón, con equipos de once contra once, en el que siempre gana Brasil".
Pero Edison Méndez tuvo una idea distinta. Quedaban cinco minutos para el final del tiempo reglamentario, el Quinito avanzó por derecha, se sacó a dos rivales en una gambeta larga, cuando parecía que iba a sacar el centro amagó una vez más hacia adentro para sacarse a su último marcador, pisó libre el área y envió un centro que remató Benítez casi cayéndose, y que encontró otra vez a un Julio Cesar impecable en la línea de meta, pero el rebote lo envió al fondo de las redes, con furia, Christian Noboa.
Los minutos finales fueron para el infarto, un Ecuador que empujó hasta el final tuvo aún otra oportunidad de marcar en los pies del Chucho, a quien le cayó un tiro de esquina cobrado desde la izquierda, y su débil remate encontró otra vez al gigante Julio Cesar.
Al final la canarinha se llevó un empate de Quito que no mereció y que lo mantiene en la parte alta de la tabla, mientras Ecuador continúa su lucha por llegar a los puestos de clasificación.