El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ofreció hoy en el Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, un almuerzo a los integrantes de la selección nacional para "desearles mucha suerte" en el partido del próximo domingo contra la de Chile.

"Independientemente del resultado sabemos que van a ser campeones, porque ser campeones es dejar el alma, corazón y vida en lo que se hace", reiteró Correa, quien se permitió algunas bromas futbolísticas con el entrenador y varios jugadores.

Ecuador y Chile jugarán este domingo en Quito uno de los partidos de la novena jornada de las eliminatorias del Mundial de 2010.

"Muchísima suerte este domingo. Pero, insisto, independientemente del resultado, sabemos que va a ser una victoria, porque dejarán en alto el nombre del país al hacerlo con toda el alma, como hacen cada uno de los trece millones de ecuatorianos para sacar adelante la patria", declaró Correa.

"Nos sentiremos orgullosos sabiendo que van a dejar todo en la cancha", añadió el presidente, y animó a los jugadores a trabajar "con todas las fuerzas, con todas la energías".

Por su parte, el seleccionador nacional, Sixto Vizuete, declaró a los medios, momentos antes de ver al presidente, que el almuerzo le va a dar al equipo "mucho ánimo, es una motivación para todos, somos ecuatorianos y venimos con mucho respeto a ver al presidente".

Respecto al partido, Vizuete señaló que la selección tricolor está "con las mismas esperanzas de siempre, con el mismo optimismo" y que están "trabajando muy bien. Esos tres puntos (de la clasificación) los vamos a dejar aquí en el país".

Al almuerzo también asistió un grupo de colegiales abanderados de varios centros educativos de Quito y algunos niños que viven y duermen en la calle. "Estamos viendo qué se puede hacer para ayudarlos", declaró el presidente.