Valencia estrena su circuito urbano y se sube al tren de la Fórmula Uno
La ciudad de Valencia estrena
este fin de semana su nuevo circuito urbano, con el que se sube al
tren de la Fórmula Uno quince meses después del acuerdo entre las
instituciones valencianas y el magnate de la Fórmula Uno, Bernie
Ecclestone, para la disputa del Gran Premio de Europa durante siete
años.
Las negociaciones entre el president de la Generalitat, Francisco Camps, y Ecclestone para que Valencia acogiera esta prueba se iniciaron unos meses antes de la presentación oficial del proyecto, que tuvo lugar el 10 de mayo de 2007 en Valencia.
A pesar de que la Comunitat Valenciana dispone de un circuito permanente en Cheste, inaugurado en 1999, en el que desde entonces se disputan grandes premios de motociclismo y donde trabajan con asiduidad las escuderías de Fórmula Uno, el requisito para que Valencia entrara en el mundial era que la carrera se disputara junto al mar.
El 10 de mayo, Camps y Ecclestone, junto a la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, presentaron el circuito, al tiempo que se anunció la creación de la sociedad Valmor Sports para gestionar la organización del Gran Premio, presidida por el empresario y presidente del Villarreal CF, Fernando Roig.
También se anunció que la prueba se llamaría Gran Premio de Europa y que se iba a disputar en otoño de 2008, aunque finalmente se adelantó al 24 de agosto.
En el transcurso del acto, Ecclestone dijo que el contrato para la disputa de este gran premio durante siete años se firmaría después de las elecciones autonómicas y municipales que estaban fijadas para el 27 de mayo de aquel año.
Además, se ofreció la imagen de la silueta de un circuito calificado de urbano, pero que es básicamente marítimo pues recorre las inmediaciones del puerto, las dársenas y las zonas próximas a la playa, junto a los barrios marítimos de la ciudad, situados a unos cinco kilómetros del casco antiguo y del centro histórico.
Para diseñar el trazado se contrató al alemán Herman Tilke, uno de los más afamados diseñadores de circuitos del mundo, que ha firmado la construcción de las instalaciones de Sepang (Malasia), Shangai (China), Bahrein y Turquía.
A partir de ese momento se iniciaron los trabajos de infraestructura para construir el circuito en las inmediaciones de la zona de las bases de los equipos que iban a participar en la Copa del América de vela apenas dos meses después.
Quedó abierto entonces un debate sobre la compatibilidad entre la vela y el automovilismo, tanto durante la inmediata realización de los trabajos de construcción del circuito como, posteriormente, durante la celebración de la carrera, pero los problemas legales que han impedido hasta ahora la continuidad de la prueba de vela disiparon la polémica.
Al margen de en la construcción del circuito, se empezó a trabajar en otros aspectos, entre ellos el de la ubicación de la gradas, con capacidad para más de 112.000 aficionados, y la venta de entradas, que fueron copadas por mayoristas en los primeros días, aunque finalmente no se han agotado.
La ciudad vivió también una polémica derivada de la iniciativa de algunos vecinos de alquilar los balcones de sus casas o sus viviendas a aficionados a la Fórmula Uno que podrían desde allí presenciar la carrera sin acceder al circuito, una pretensión que fue rechazada por una ordenanza municipal que prohibía estas actividades.
Otro aspecto importante ha sido el de la organización del dispositivo de seguridad de la prueba, que contará con más 13.000 personas, de las que casi 6.000 serán agentes de la Guardia Civil, de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía.
En el último fin de semana del mes de julio se disputaron carreras de GT Open y de Fórmula 3 sobre el trazado del circuito para perfilar algunos detalles, aunque todavía quedaba por delante un mes de trabajo para ultimar su preparación. EFE.
Las negociaciones entre el president de la Generalitat, Francisco Camps, y Ecclestone para que Valencia acogiera esta prueba se iniciaron unos meses antes de la presentación oficial del proyecto, que tuvo lugar el 10 de mayo de 2007 en Valencia.
A pesar de que la Comunitat Valenciana dispone de un circuito permanente en Cheste, inaugurado en 1999, en el que desde entonces se disputan grandes premios de motociclismo y donde trabajan con asiduidad las escuderías de Fórmula Uno, el requisito para que Valencia entrara en el mundial era que la carrera se disputara junto al mar.
El 10 de mayo, Camps y Ecclestone, junto a la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, presentaron el circuito, al tiempo que se anunció la creación de la sociedad Valmor Sports para gestionar la organización del Gran Premio, presidida por el empresario y presidente del Villarreal CF, Fernando Roig.
También se anunció que la prueba se llamaría Gran Premio de Europa y que se iba a disputar en otoño de 2008, aunque finalmente se adelantó al 24 de agosto.
En el transcurso del acto, Ecclestone dijo que el contrato para la disputa de este gran premio durante siete años se firmaría después de las elecciones autonómicas y municipales que estaban fijadas para el 27 de mayo de aquel año.
Además, se ofreció la imagen de la silueta de un circuito calificado de urbano, pero que es básicamente marítimo pues recorre las inmediaciones del puerto, las dársenas y las zonas próximas a la playa, junto a los barrios marítimos de la ciudad, situados a unos cinco kilómetros del casco antiguo y del centro histórico.
Para diseñar el trazado se contrató al alemán Herman Tilke, uno de los más afamados diseñadores de circuitos del mundo, que ha firmado la construcción de las instalaciones de Sepang (Malasia), Shangai (China), Bahrein y Turquía.
A partir de ese momento se iniciaron los trabajos de infraestructura para construir el circuito en las inmediaciones de la zona de las bases de los equipos que iban a participar en la Copa del América de vela apenas dos meses después.
Quedó abierto entonces un debate sobre la compatibilidad entre la vela y el automovilismo, tanto durante la inmediata realización de los trabajos de construcción del circuito como, posteriormente, durante la celebración de la carrera, pero los problemas legales que han impedido hasta ahora la continuidad de la prueba de vela disiparon la polémica.
Al margen de en la construcción del circuito, se empezó a trabajar en otros aspectos, entre ellos el de la ubicación de la gradas, con capacidad para más de 112.000 aficionados, y la venta de entradas, que fueron copadas por mayoristas en los primeros días, aunque finalmente no se han agotado.
La ciudad vivió también una polémica derivada de la iniciativa de algunos vecinos de alquilar los balcones de sus casas o sus viviendas a aficionados a la Fórmula Uno que podrían desde allí presenciar la carrera sin acceder al circuito, una pretensión que fue rechazada por una ordenanza municipal que prohibía estas actividades.
Otro aspecto importante ha sido el de la organización del dispositivo de seguridad de la prueba, que contará con más 13.000 personas, de las que casi 6.000 serán agentes de la Guardia Civil, de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía.
En el último fin de semana del mes de julio se disputaron carreras de GT Open y de Fórmula 3 sobre el trazado del circuito para perfilar algunos detalles, aunque todavía quedaba por delante un mes de trabajo para ultimar su preparación. EFE.