El Pachuca echa mano de Calero para pasar a las semifinales del Mundialito
El Pachuca tratará de reencontrarse mañana
con el juego que le convirtió en uno de los equipos más laureados de
México para derrotar al correoso Etoile Sportive du Sahel en los
cuartos de final del Mundial de Clubes con un recuperado Calero bajo
los palos.
La principal novedad de los tuzos será el regreso al conjunto inicial de su capitán, el carismático arquero colombiano Miguel Calero, que tras las últimas sesiones de entrenamiento recibió el visto bueno de los preparadores, después de que estuviese parado varios meses por una lesión de hombro.
"Miguel está bien. Miguel va a jugar", afirmó lacónicamente el técnico tuzo, Enrique Meza, satisfecho por recuperar a uno de sus hombres clave, en la rueda de prensa celebrada hoy en el Estadio Nacional de Tokio, escenario del partido de mañana.
Calero, que reconoció que con la inactividad se pierde "un poco de ritmo y tino", aseguró encontrarse "bien" y que el grupo estaba motivado.
"Ahora lo que hay que pensar es en lo que podemos hacer, tratar de jugar bien y tener un buen día para volver al nivel de antes y pasar a la siguiente fase", comentó el guardameta.
Además de Calero en la portería, el Pachuca saltará mañana al campo con Marvin Cabrera, Leobardo López, Julio Mansur, Fausto Pinto, Gerardo Rodríguez, Jaime Correa, Gabriel Caballero, Damián Álvarez, Juan Carlos Cacho y Christian Giménez.
Meza repetirá así la alineación con la que los blanquiazules empataron a dos en la primera mitad del amistoso disputado el jueves frente al United Chiba, club de la primera división nipona, que acabó perdiendo el Pachuca por 4-2 tras los cambios realizados en los segundos 45 minutos.
Meza señaló que el conjunto ha realizado un "trabajo que ha sido extraordinario, para la recuperación física y también mental. Hoy estamos mejor que hace dos semanas".
El técnico se mostró convencido de que los jugadores no sufrirán problemas de aclimatación a Japón, ni de diferencia horaria de cara al choque ante el Etoile.
"Han estado durmiendo bien y tomando suplementos. Ya estamos mejor", comentó el entrenador del conjunto hidalguense.
Meza demostró conocer bien al rival tunecino, un equipo correoso de jugadores rápidos, férrea defensa con hombres altos y que seguramente saldrá a esperar a los tuzos en su cancha para tratar de sorprender al contragolpe.
"Hay que respetarles mucho, pero tenemos argumentos suficientes para contrarrestares. Este partido tiene una parte muy importante en el aspecto técnico", indicó Meza, quien apuntó que "no debemos estar preocupados por un jugador (en referencia a la calidad de los puntas africanos), si no por todo el equipo".
El club de Sahel es flamante vencedor de la Liga de Campeones de la Confederación Africana de Fútbol (CAF), que se adjudicó por primera vez en la tercera final que disputaba en su historia celebrada el pasado 9 de noviembre, y se alzó con el título tras derrotar a domicilio por tres goles a uno al Al Ahly egipcio.
Las expectativas puestas por el conjunto magrebí en el Mundial de Clubes se reflejan en la preparación de la plantilla que dirige el francés Bertrand Marchand.
Los tunecinos se concentraron en Corea del Sur hace casi diez días para acostumbrarse a los cambios, recuperarse del largo viaje y disputar amistosos para mantener el ritmo de competición.
"No vamos a Tokio a hacer turismo", aseguró el capitán del Etoile, Saïf Ghezal, en declaraciones recogidas en la página web de la FIFA.
Marchand constató que su equipo está "plenamente volcado en Japón y en el partido contra el Pachuca. Si jugamos igual en la final de la Liga de Campeones, estoy seguro de que podemos lograr algo grande".
El único precedente de un enfrentamiento en el Mundial de Clubes entre equipos africanos y mexicanos tuvo lugar en la edición 2006.
En esa ocasión, el Al Ahly egipcio derrotó por dos goles a uno al América de México.
Pachuca y Etoile Sportive du Sahel se disputarán el pase a las semifinales, donde les espera Boca Juniors, el domingo a las 14.45 hora local (5.45 GMT) en el Estadio Nacional de Tokio.
La principal novedad de los tuzos será el regreso al conjunto inicial de su capitán, el carismático arquero colombiano Miguel Calero, que tras las últimas sesiones de entrenamiento recibió el visto bueno de los preparadores, después de que estuviese parado varios meses por una lesión de hombro.
"Miguel está bien. Miguel va a jugar", afirmó lacónicamente el técnico tuzo, Enrique Meza, satisfecho por recuperar a uno de sus hombres clave, en la rueda de prensa celebrada hoy en el Estadio Nacional de Tokio, escenario del partido de mañana.
Calero, que reconoció que con la inactividad se pierde "un poco de ritmo y tino", aseguró encontrarse "bien" y que el grupo estaba motivado.
"Ahora lo que hay que pensar es en lo que podemos hacer, tratar de jugar bien y tener un buen día para volver al nivel de antes y pasar a la siguiente fase", comentó el guardameta.
Además de Calero en la portería, el Pachuca saltará mañana al campo con Marvin Cabrera, Leobardo López, Julio Mansur, Fausto Pinto, Gerardo Rodríguez, Jaime Correa, Gabriel Caballero, Damián Álvarez, Juan Carlos Cacho y Christian Giménez.
Meza repetirá así la alineación con la que los blanquiazules empataron a dos en la primera mitad del amistoso disputado el jueves frente al United Chiba, club de la primera división nipona, que acabó perdiendo el Pachuca por 4-2 tras los cambios realizados en los segundos 45 minutos.
Meza señaló que el conjunto ha realizado un "trabajo que ha sido extraordinario, para la recuperación física y también mental. Hoy estamos mejor que hace dos semanas".
El técnico se mostró convencido de que los jugadores no sufrirán problemas de aclimatación a Japón, ni de diferencia horaria de cara al choque ante el Etoile.
"Han estado durmiendo bien y tomando suplementos. Ya estamos mejor", comentó el entrenador del conjunto hidalguense.
Meza demostró conocer bien al rival tunecino, un equipo correoso de jugadores rápidos, férrea defensa con hombres altos y que seguramente saldrá a esperar a los tuzos en su cancha para tratar de sorprender al contragolpe.
"Hay que respetarles mucho, pero tenemos argumentos suficientes para contrarrestares. Este partido tiene una parte muy importante en el aspecto técnico", indicó Meza, quien apuntó que "no debemos estar preocupados por un jugador (en referencia a la calidad de los puntas africanos), si no por todo el equipo".
El club de Sahel es flamante vencedor de la Liga de Campeones de la Confederación Africana de Fútbol (CAF), que se adjudicó por primera vez en la tercera final que disputaba en su historia celebrada el pasado 9 de noviembre, y se alzó con el título tras derrotar a domicilio por tres goles a uno al Al Ahly egipcio.
Las expectativas puestas por el conjunto magrebí en el Mundial de Clubes se reflejan en la preparación de la plantilla que dirige el francés Bertrand Marchand.
Los tunecinos se concentraron en Corea del Sur hace casi diez días para acostumbrarse a los cambios, recuperarse del largo viaje y disputar amistosos para mantener el ritmo de competición.
"No vamos a Tokio a hacer turismo", aseguró el capitán del Etoile, Saïf Ghezal, en declaraciones recogidas en la página web de la FIFA.
Marchand constató que su equipo está "plenamente volcado en Japón y en el partido contra el Pachuca. Si jugamos igual en la final de la Liga de Campeones, estoy seguro de que podemos lograr algo grande".
El único precedente de un enfrentamiento en el Mundial de Clubes entre equipos africanos y mexicanos tuvo lugar en la edición 2006.
En esa ocasión, el Al Ahly egipcio derrotó por dos goles a uno al América de México.
Pachuca y Etoile Sportive du Sahel se disputarán el pase a las semifinales, donde les espera Boca Juniors, el domingo a las 14.45 hora local (5.45 GMT) en el Estadio Nacional de Tokio.