España cumplió con lo esperado, despachó el trámite de la débil Liechtenstein con una goleada (4-0) y salió airosa del compromiso sin desvestirse del todo del tono gris de sus últimos encuentros, en una jornada festiva para Badajoz, que contempló el debut como internacional del futbolista del Celta Borja Oubiña.

A la espera de empresas mayores y metida ya de lleno en un trayecto donde los goles puede marcar diferencias, el conjunto de Luis Aragonés rentabilizó la evidente inferioridad de su rival, Liechtenstein, que nada tuvo que ver con el conjunto que hace pocos meses tuvo contra las cuerdas a Portugal. Aquella fue una excepción.

Le costó a España desmantelar la tímida armadura defensiva de Liechtenstein. Con diez jugadores encogidos en su campo y una incómoda presión bendecida por las estrecheces del campo. Sólo Thomas Beck quedaba al margen de las obligaciones zagueras del conjunto centroeuropeo.

Aún así la precariedad visitante propició ocasiones desde el principio. Como la de Villa, en un mano a mano por la izquierda que abortó el guardameta o un disparo posterior de Xabi Alonso.

La más clara, sin embargo, apareció al filo del cuarto de hora. Fernando Torres, sólo ante el portero, echa el balón al cuerpo. Jehle se empezó a sentir a gusto. El guardameta del Boavista portugués aunó puntos para su buena reputación, que lo ensalza como el lado más potable del aspecto de Liechtenstein.

España no jugaba bien pero las ocasiones llegaban por inercia. Sin embargo, la situación se abrió en una buena jugada. Y es que cuando el conjunto de Luis movía con continuidad el balón la presión de su rival se desarmaba. Así, un después de un puñado de toques en corto Raúl asistió a Villa y su centro lo aprovechó Torres, a puerta vacía, para desatascar el partido a los veinte minutos de juego.

David Villa, duda por unas molestias intestinales, fue el más activo. Una falta que salió de sus botas pudo suponer el partido. Pero Jehle tenía su día.

España probó por la derecha dada la facilidad que encontró Sergio Ramos para desbordar a Maierhofer, que pronto vio la tarjeta amarilla y se hizo acreedor a la segunda ya en la primera parte.

En pleno letargo y con los ánimos crispados por la impotencia David Villa acentuó la presión. Un robo de balón, posiblemente con falta, dio premio al asturiano, que firmó el segundo tanto, justo antes del descanso.

La dinámica perduró en la continuación. España no salió de la espesura. Cesc Fábregas, terminó harto de hacer ver su presencia. Igual que Xabi Alonso. Ambos casi siempre lejos del balón. Raúl, demasiado retrasado para contactar por la pelota, fue la única vía para surtir a las puntas, que sólo se ganaban sus opciones por velocidad.

Luis dio entrada a Luis García y Andrés Iniesta. Para entonces la selección ya había marcado el tercero. En un golpe franco lanzado por David Villa, uno de los sustituidos.

Desde entonces todo fue más fácil. Con más velocidad y un rival entregado Luis García, a bocajarro, hizo el cuarto. Y llegó la fiesta. Debutó Borja Oubiña, la afición vio goles, a sus ídolos y se fue feliz.

SÍNTESIS DEL PARTIDO:

España (4): Casillas, Sergio Ramos, Pablo, Puyol, Pernía; Albelda (Oubiña, m.68), Xabi Alonso, Cesc (Iniesta, m.62), Raúl, Villa (Luis García, m.62) y Fernando Torres.

Liechtenstein (0): Jehle, Ritzberger, Hasler, Maierhofer, Telser (Fischer, m.55), Martin Buchel, Burgmeier, D'Elia, Martin Stocklasa, Thomas Beck (Roger Beck, m.67) y Mario Frick (Roher, m.85).

GOLES: 1-0: Torres (min 19); 2-0: David Villa (min 44); 3-0: David Villa (min 61); 4-0: Luis García (min 65).

ÁRBITRO: Emil Bozinovski (MKD). Mostró tarjeta amarilla a David Villa y a Maierhofer y Mario Frick.

ESTADIO: Encuentro correspondiente a la primera jornada del Grupo F de clasificación para la Eurocopa de Suiza y Austria 2008 disputado en el estadio Nuevo Vivero de Badajoz ante unos 15000 espectadores. Lleno