McLaren aviva la polémica al \\'esconder\\' a Hamilton y Alonso en Estambul.
La escudería McLaren Mercedes, que encabeza el Mundial de Fórmula Uno 2007 con el británico Lewis Hamilton -líder- y el español Fernando Alonso; y también es primera en el campeonato de constructores, volvió a ser el centro de todas las polémicas, esta vez por 'esconder' a sus pilotos en Estambul.
Tras la dura polémica que protagonizaron en el Gran Premio de Hungría, Hamilton -que encabeza la general, con siete puntos de ventaja sobre el doble campeón mundial asturiano- y Alonso volvieron a estar en boca de todos.
Esta vez, debido a que no hicieron acto de presencia en el circuito de Estambul -que albergará la duodécima prueba de la temporada- por decisión de su patrón, el controvertido Ron Dennis, que tampoco se dejó ver en las modernas instalaciones turcas.
Dennis decretó una nueva ley del silencio que sólo rompió el español, por exigencias del guión, en un acto organizado por uno de los patrocinadores, Vodafone, que -quizá por casualidad o puede que de forma consensuada con la escudería- no se anunció a los medios hasta unas horas antes del mismo.
Dado que Hamilton había participado en un acto de ese 'sponsor' en el anterior y más que turbulento Gran Premio, el de Hungría, le tocaba el turno a Alonso, así que, lejos de querer incumplir sus compromisos, el genial piloto asturiano acudió a una pista de karts, se subió a uno de ellos, hizo entrega de los premios y contestó las preguntas que le formularon unos periodistas adoctrinados amablemente para evitar asuntos impertinentes.
Será centenario y feliz si gana aquí en Turquía su Gran Premio número cien y, en efecto, la curva 8 es una de las más famosas del técnico circuito diseñado por el alemán Herman Tilke. Y como Hungría era asunto tabú, Alonso respondió que sí, que ganar en el Nuerburgring -hace cinco semanas- había sido bonito y emocionante.
De su 'compañero' Hamilton y de la 'guerra civil' que vive ese manicomio en el que se ha convertido el cuartel general de las 'flechas de plata', nada de nada.
Dennis optó por reunir a ambas partes en un céntrico hotel de la gran urbe turca y ninguna de las figuras estelares del 'culebrón McLaren' apareció por un circuito situado en la zona asiática, a unos cuarenta kilómetros de la parte europea de Estambul. Desde donde la mayoría -algunos 'VIP' lo hacen en helicóptero- sólo tiene acceso por carretera y cruzando uno de los dos puentes sobre el estrecho del Bósforo. Dos gigantescos y caóticos embudos que sólo se superan con el depósito de paciencia cargado al máximo.
De esta forma, el jefe de McLaren evitó hoy a una prensa que cada vez le incomoda más, pero a la que obliga a mantenerle en el centro de la controversia. Dennis 'escondió' a las dos estrellas de un Mundial que se disputa dentro y fuera de los circuitos. Y se esforzó en intentar reconducir una situación de difícil arreglo.
Forzó una reunión tras la cuál se estableció un pacto de silencio, que, al menos, de momento, ha respetado de forma escrupulosa el entorno del doble campeón mundial, que escrutado por Efe, no quiso soltar prenda, ni siquiera de la duración y, por consiguiente, tampoco del contenido de la reunión.
La falta de información genera desinformación. Y fomenta el exceso de conjeturas. Superadas las vacaciones, la F1 reanuda sus funciones con el mismo espectáculo con el que cerró antes de irse a la playa: la movida entre sus dos figuras, con un jefe, en teoría más que experimentado y de cuya capacidad para gestionar la crisis no duda su ex pupilo David Coulthard, que rompió una lanza por él en la rueda de prensa oficial FIA.
Pero cuyo comportamiento invita a muchos a dudar de su capacidad para frenar una creciente bola de nieve que cada vez circula con mayor aceleración.
Las respuestas quizás lleguen mañana, como ironizó el británico Bernie Ecclestone, que contestó con enorme diplomacia, pero no exento de ironía, a las preguntas que le hicieron un pequeño grupo de periodistas esta mañana en la zona de prensa del circuito.
Auténtico 'cerebro' de todo lo que mueve el mayor deporte- espectáculo del mundo, Ecclestone advirtió de que a los que quizá no les haya hecho nada de gracia la ausencia de las estrellas en el 'paddock' de Estambul es a los patrocinadores, que son, al fin y al cabo, los que sustentan este multimillonario negocio.
Con mucha suavidad y haciendo gala de su flema británica, Ecclestone le dio un pequeño tirón de orejas a Dennis. El gran patrón admitió a Efe que toda esta controversia que se ha generado en el seno de McLaren 'no' es buena para la Fórmula Uno. EFE
Tras la dura polémica que protagonizaron en el Gran Premio de Hungría, Hamilton -que encabeza la general, con siete puntos de ventaja sobre el doble campeón mundial asturiano- y Alonso volvieron a estar en boca de todos.
Esta vez, debido a que no hicieron acto de presencia en el circuito de Estambul -que albergará la duodécima prueba de la temporada- por decisión de su patrón, el controvertido Ron Dennis, que tampoco se dejó ver en las modernas instalaciones turcas.
Dennis decretó una nueva ley del silencio que sólo rompió el español, por exigencias del guión, en un acto organizado por uno de los patrocinadores, Vodafone, que -quizá por casualidad o puede que de forma consensuada con la escudería- no se anunció a los medios hasta unas horas antes del mismo.
Dado que Hamilton había participado en un acto de ese 'sponsor' en el anterior y más que turbulento Gran Premio, el de Hungría, le tocaba el turno a Alonso, así que, lejos de querer incumplir sus compromisos, el genial piloto asturiano acudió a una pista de karts, se subió a uno de ellos, hizo entrega de los premios y contestó las preguntas que le formularon unos periodistas adoctrinados amablemente para evitar asuntos impertinentes.
Será centenario y feliz si gana aquí en Turquía su Gran Premio número cien y, en efecto, la curva 8 es una de las más famosas del técnico circuito diseñado por el alemán Herman Tilke. Y como Hungría era asunto tabú, Alonso respondió que sí, que ganar en el Nuerburgring -hace cinco semanas- había sido bonito y emocionante.
De su 'compañero' Hamilton y de la 'guerra civil' que vive ese manicomio en el que se ha convertido el cuartel general de las 'flechas de plata', nada de nada.
Dennis optó por reunir a ambas partes en un céntrico hotel de la gran urbe turca y ninguna de las figuras estelares del 'culebrón McLaren' apareció por un circuito situado en la zona asiática, a unos cuarenta kilómetros de la parte europea de Estambul. Desde donde la mayoría -algunos 'VIP' lo hacen en helicóptero- sólo tiene acceso por carretera y cruzando uno de los dos puentes sobre el estrecho del Bósforo. Dos gigantescos y caóticos embudos que sólo se superan con el depósito de paciencia cargado al máximo.
De esta forma, el jefe de McLaren evitó hoy a una prensa que cada vez le incomoda más, pero a la que obliga a mantenerle en el centro de la controversia. Dennis 'escondió' a las dos estrellas de un Mundial que se disputa dentro y fuera de los circuitos. Y se esforzó en intentar reconducir una situación de difícil arreglo.
Forzó una reunión tras la cuál se estableció un pacto de silencio, que, al menos, de momento, ha respetado de forma escrupulosa el entorno del doble campeón mundial, que escrutado por Efe, no quiso soltar prenda, ni siquiera de la duración y, por consiguiente, tampoco del contenido de la reunión.
La falta de información genera desinformación. Y fomenta el exceso de conjeturas. Superadas las vacaciones, la F1 reanuda sus funciones con el mismo espectáculo con el que cerró antes de irse a la playa: la movida entre sus dos figuras, con un jefe, en teoría más que experimentado y de cuya capacidad para gestionar la crisis no duda su ex pupilo David Coulthard, que rompió una lanza por él en la rueda de prensa oficial FIA.
Pero cuyo comportamiento invita a muchos a dudar de su capacidad para frenar una creciente bola de nieve que cada vez circula con mayor aceleración.
Las respuestas quizás lleguen mañana, como ironizó el británico Bernie Ecclestone, que contestó con enorme diplomacia, pero no exento de ironía, a las preguntas que le hicieron un pequeño grupo de periodistas esta mañana en la zona de prensa del circuito.
Auténtico 'cerebro' de todo lo que mueve el mayor deporte- espectáculo del mundo, Ecclestone advirtió de que a los que quizá no les haya hecho nada de gracia la ausencia de las estrellas en el 'paddock' de Estambul es a los patrocinadores, que son, al fin y al cabo, los que sustentan este multimillonario negocio.
Con mucha suavidad y haciendo gala de su flema británica, Ecclestone le dio un pequeño tirón de orejas a Dennis. El gran patrón admitió a Efe que toda esta controversia que se ha generado en el seno de McLaren 'no' es buena para la Fórmula Uno. EFE