Argentina y Agüero vencedores de un Mundial que recordará a Chile.
La Argentina de Hugo Tocalli y su gran estrella Sergio el Kun Agüero fueron los grandes triunfadores en la Copa Mundial Sub'20 Canadá 2007, de la que, no obstante, quedará para todo el mundo en el recuerdo Chile.
La selección dirigida por José Sulantay ha dado mucho que hablar, tanto dentro como fuera del terreno de juego. Sobre la cancha con un fútbol alegre, vistoso y descarado al que quizás la tercera posición final del torneo no la hiciera toda la justicia que merecía.
Fuera, por problemas ajenos al juego ya desde el principio. Unas quejas sobre el asedio al que eran sometidos sus jugadores por profesionales del sexo de inicios de campeonato no fueron sino el augurio de un conflicto mayor aún. Un incidente que a punto estuvo, si no lo hizo, de crear serios problemas entre Chile y Canadá.
Fue una trifulca entre jugadores, miembros de seguridad y policías locales tras el final del choque de semifinales ante Argentina, cuya derrota le costó a la Rojita digerir sobre la cancha. Fuera de ella, todo sus futbolistas acabaron detenidos y muchos de ellos incluso esposados.
Este y otros graves problemas extradeportivos, como denuncias nigerianas de racismo, curiosamente también en un partido contra Chile, en octavos de final, ensombrecieron en algunos momentos un campeonato que, en general, no ofreció un fútbol como para recordar y en el que ganó el más sólido de los favoritos.
Argentina comenzó el torneo como vigente campeón e incluida dentro de un elenco de equipos cuya trayectoria previa las otorgaba un mayor crédito que al resto. Selecciones como Brasil, campeona sudamericana, España, campeona de Europa, y México, que incluía la generación ganadora del último mundial sub'17.
Todas ellas fueron cayendo antes de la fase decisiva del torneo. Brasil en octavos ante España después del peor torneo de su historia. Tres derrotas en cuatro partidos reflejan en toda su dimensión el batacazo de la verdeamarela.
España dejó el campeonato cuando menos se esperaba, después de eliminar a Brasil, y se llevó consigo de vuelta la sensación de un oportunidad única perdida. A México se lo hizo difícil el cuadro, que le concedía a Argentina en cuartos tras ser la mejor en la primera fase.
A la albiceleste le dio igual todo. Tras un comienzo renqueante ante una República Checa que más tarde fue dejando claro lo dura que iba a ser de batir, los de Tocalli fueron solventando los problemas que le fueron viniendo después con una solidez y una fortaleza a la altura de su impresionante historia de una competición que ha ganado en cinco de sus siete últimas ediciones.
Dirigida por un enorme Ever Banega, Argentina tenía dinamita arriba. Y no solo la de Sergio Agüero, elegido mejor jugador y máximo goleador del campeonato, sino también del pequeñito Maxi Moralez, clave en los cuartos de final y en la semifinales.
Angel Di María también destacó en un ataque al que pudo reincorporarse en la final un Mauro Zárate que firmó, como en el sudamericano que dio a su país una plaza en los Juegos Olímpicos de Pekín, un gol decisivo.
Si el del Cono Sur americano fue el fútbol triunfante en Canadá, el centroeuropeo también se reivindicó. Aunque con más nueces que ruido, Chequia y Austria se plantaron en semifinales y se jugaron un billete para la final.
Ninguna de las dos selecciones impresionó, incluso dejaron la sensación de haber llegado más allá de donde debían, pero lo pétreo de sus sistema defensivo, algún jugador de clase (Kalouda, Fenin, Hoffer) y mucho carácter les llevaron a donde no pensaban.
Defraudó el resto del fútbol europeo, que contaba con España como único de equipo capaz de equipararse a los sudamericanos, el africano y, sobre todo, el anfitrión Canadá, que contó sus partidos por derrotas. Asia no tuvo suerte. Tanto las dos Coreas como Japón merecieron más y Jordania no fue la perita en dulce que se esperaba.
Entre los jugadores, además de Agüero y su corte argentina, varios chilenos como Hans Martínez, Isla, Vidal, Alexis Sánchez o Vidangossy; los españoles Capel, que de haber llegado más arriba hubiese peleado por la consideración de mejor jugador, Piqué y el goleador Adrián López, el segundo máximo realizador del torneo; los brasileños Jo y Alexandre Pato, el mexicano Giovanni dos Santos y los estadounidenses Adu, Szetela y Altidore.
Todos ellos, en todo caso, deberán refrendar ante los mayores lo que ya hecho el jugador que ha salido más reforzado del campeonato: el Kun Agüero. El jugador del Atlético de Madrid se la jugó acudiendo a un evento en el que podía perder más que ganar y salió reforzado.
Fue una suerte para Argentina contar con él. Pero para él, como todos los jugadores de la categoría, jugar con Argentina también es un regalo. La albieceleste es, números mandan, la mejor.