El finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari), que hoy tuvo que abandonar por una avería mecánica en el Gran Premio de Europa, sigue enemistado con el Nürburgring, un circuito en el que la suerte casi siempre le da la espalda, y continúa sin poder encadenar tres victorias consecutivas.

Raikkonen, que llegó a Alemania tras ganar sucesivamente en Francia y Gran Bretaña, tomó hoy la salida con la intención de lograr por fin un tercer triunfo consecutivo. Pero una vez más se quedó a las puertas.

La de hoy era la tercera vez que Raikkonen busca tres victorias en fila. En 2005 le sucedió dos veces. Ganó en España y Mónaco, pero llegó al Gran Premio de Europa y la rotura de la suspensión delantera derecha e la vuelta final le apartó de un triunfo que fue para el español Fernando Alonso.

Esa misma campaña, el finlandés volvió a encadenar dos victorias seguidas, en Hungría y Turquía, pero en la siguiente carrera, en Italia, sólo pudo ser cuarto.

Además, Raikkonen no acaba de encontrar la manera de ganar en el Nürburgring, un circuito en el que tiene un tercer puesto, en 2002, como mejor resultado. Tuvo que abandonar por avería en 2003 y 2004, fue décimo en 2001, undécimo en 2005 y cuarto en 2006.

"Estoy muy decepcionado. Estaba en una buena situación, justo por detrás de Felipe (Massa) y (Fernando) Alonso. El coche estaba siendo muy rápido y estaba convencido de que podía ganar. Pero gradualmente el sistema hidráulico comenzó a fallar, empecé a perder tiempo y tuve que parar", dijo.

"Pero no me voy a rendir, pese a que hoy he perdido una buena oportunidad. La desventaja sigue siendo la misma (18 puntos), y todavía puede pasar cualquier cosa en las siete carreras que faltan", agregó. EFE