Al plusmarquista mundial de los 100 metros, Asafa Powell, se le indigestó hoy su victoria en el Memorial Van Damme, en el estadio Rey Balduino, donde el velocista jamaicano estaba convencido de que iba a mejorar su récord de 9.77.

La prueba masculina del hectómetro, la más esperada de la quinta y penúltima etapa de la Liga de Oro de la IAAF 2006, fue decepcionante para Powell y los 47.000 espectadores que llenaron el estadio, entre ellos Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI).

Una aparente salida nula del estadounidense Leonard Scott estropeó el espectáculo. Se demostró luego que no lo fue, pero Powell y otros competidores que quedaron clavados en la arrancada y el jamaicano tuvo que conformarse con un triunfo amargo y una marca (9.99) que le supo a fracaso.

El velocista jamaicano, muy rezagado en los primeros metros, tuvo que emplearse a fondo para recuperar el terreno perdido. Ganó gracias a su espectacular aceleración, después de que su tiempo de reacción al pistoletazo de salida fuese de 229 milésimas, impropio de una carrera de cien metros.

Powell, el hombre más rápido de la historia (ha corrido tres veces el hectómetro en 9.77), no pudo disimular su enfado después de cruzar la línea de meta. Rechazó de malos modos el ramo de flores que intentaron entregarle y se marchó de la pista con un enfado que no quiso disimular.

El jamaicano, pese a todo, sigue en el buen camino para hacerse con el millón de dólares con que la IAAF premia a los atletas que ganan en todas las pruebas de la Liga de Oro.

También están a un paso de conseguirlo los estadounidenses Jeremy Wariner y Sanya Richards, y la etíope Tirunesh Dibaba.

Wariner, el hombre que parece llamado a poner en peligro el récord del mundo de los 400 metros en poder de Michael Johnson (43.18), no tuvo excesivos problemas para ser el más rápido en la vuelta al estadio. Venció con un tiempo de 44.29, por delante del congoleño Gary Kikaya (44.62).

Richards se impuso en la carrera femenina de 400 metros con una autoridad aplastante. Marcó un tiempo de 50.02 y cruzó la meta con un segundo exacto de ventaja respecto a la jamaicana Novlene Williams (51.02).

No menos dominadora se mostró Dibaba. La etíope ganó la prueba de 5.000 metros con una marca de 14:30.63, por delante de su compatriota Meseret Defar, plusmarquista mundial, que tuvo que conformarse con un registro de 14:33.78.

El plusmarquista mundial de los 3.000 metros obstáculos, el qatarí de origen keniano, Saif Saaeed Shaheen, cumplió los pronósticos y sumó una nueva victoria con un tiempo de 8:04.32, lejos del récord universal (7:53.63) que logró en el mismo escenario hace dos años.

La última carrera del Memorial Van Damme, la masculina de 5.000 metros, fue otra exhibición del etíope Kenenisa Bekele, el gran dominador de las pruebas de fondo en los últimos tiempos. No logró rebajar su récord (26:17.53), pero logró la mejor marca mundial del año (12:48.09) pese a que corrió completamente solo las cuatro últimas vueltas.

Yelena Isinbayeba volvió a demostrar que es imbatible en el concurso de pértiga. La rusa lo ganó con facilidad con un salto de 4,81. Luego intentó superar el listón a 5,03 (dos centímetros más que su récord del mundo), pero esta vez no lo consiguió.